Tebarray (2.886 m) desde el Balneario de Panticosa

¡Buenas a todos!. Hoy vengo con una actividad del pasado mes de junio. Tras recuperarme del jet lag (y de alguna cosa más) del viaje de fin de carrera, y antes de empezar a trabajar, aproveché para hacer una salida con la sección de montaña del CN Helios al pico Tebarray.

El Tebarray es una cima situada a caballo entre Panticosa y Sallent de Gállego, en el valle de Tena. Sus 2.886 metros (2.916 m. según algunos mapas) son ya una altura importante, pero queda algo eclipsado por sus vecinos: los afamados picos del Infierno. Pero, precisamente su posición privilegiada dentro del macizo lo convierte en un excepcional mirador tanto de los tresmiles de Panticosa como de los de Sallent, así como del circo de Piedrafita.

De entre todas las rutas posibles de subida, hoy trataremos de ascenderlo desde el balneario de Panticosa, visitando de camino varios de los ibones más bonitos del valle: los de Bachimaña, los Azules y el precioso ibón de Tebarray. Será una ruta larga (más de 19 km) y con un desnivel exigente (más de 1300 mD acumulado), pero no tiene especiales dificultades técnicas más allá del terreno duro (pedreras) por el que discurre parte de la ruta. Lo que sí puedo confirmar es que es de una belleza inigualable: me atrevería a decir que esta ruta al Tebarray es una de las más completas y bonitas que he hecho en el Pirineo. ¡Vamos a por él!.



Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, tomaremos la  A-23  hasta Sabiñánigo, donde nos desviaremos por la  N-260  hasta Biescas. Sin entrar en dicha localidad, continuaremos hacia el valle de Tena por la  A-136 . Finalmente, nos desviaremos a Panticosa siguiendo la  A-2606  y continuaremos hasta el balneario, donde comienza la ruta de hoy.


Fecha: 11 de Junio de 2022
Itinerario: Balneario de Panticosa - Mirador de la Reina - Cascadas del Caldarés - Llano Bozuelo - Cuesta del Fraile - Ibón bajo de Bachimaña - Ibón alto de Bachimaña - Ibón Azul inferior - Ibón Azul superior - Cuello del Infierno - Ibón de Tebarray - Collado de Tebarray - Pico Tebarray (2.886 m). Regreso por el mismo camino.
Duración: -sin contar paradas-
  • 00:00 h.- Refugio Casa de Piedra
  • 00:15 h.- Cascadas del Caldarés
  • 00:30 h.- Llano Bozuelo
  • 01:00 h.- Cuesta del Fraile
  • 01:30 h.- Ibón bajo de Bachimaña
  • 01:40 h.- Ibón alto de Bachimaña
  • 02:00 h.- Vadeo
  • 02:20 h.- Ibón Azul inferior
  • 02:30 h.- Ibón Azul superior
  • 03:30 h.- Cuello del Infierno
  • 03:45 h.- Collado de Tebarray
  • 04:00 h.- Pico Tebarray (2.886 m)
  • 04:20 h.- Cuello del Infierno
  • 04:50 h.- Ibón Azul superior
  • 05:40 h.- Ibón bajo de Bachimaña
  • 06:50 h.- Balneario de Panticosa
*Nosotros fuimos a un ritmo ligero: a ritmo normal serán unas 7 horas y 30 minutos en total.
Desnivel: 1.342 mD acumulados
Longitud: 19,1 km
Dificultad: Media. No tiene dificultades técnicas especiales, pero el desnivel y la longitud no están mal. Terreno algo más agreste y de alta montaña a partir de los ibones Azules. Además, hoy encontramos neveros en la subida al cuello del Infierno.

Track:
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Reseña de la ruta:

Tras un par de horas de cómodo viaje, el bus nos deja en el Balneario de Panticosa (1.637 m). Rápidamente nos ponemos en marcha y tomamos la senda que arranca detrás de la mítica Casa de Piedra, con indicaciones de GR11 hacia Bachimaña y el glaciar de los Infiernos.



El sendero, muy pedregoso, no se lo piensa y gana altura con decisión haciendo zetas. Como el horario del bus es el que es y vamos muy justos de tiempo, ponemos un ritmo fuerte con esperanzas de que nos dé tiempo a llegar hasta el Tebarray. Así, en 10 minutos pasamos junto al mirador de la Reina (1.731 m), con buenas vistas hacia el Balneario y las montañas que lo rodean.




Más adelante, el sendero nos acerca al río Caldarés, que en este tramo discurre muy encajonado y formando varias cascadas muy vistosas. Encontramos por aquí un pequeño tramo equipado con un pasamanos que se supera sin ninguna dificultad. 



Vistazo atrás con el balneario casi oculto


Tras algo menos de 30 minutos de marcha, alcanzamos el bucólico llano Bozuelo (1.859 m): un pequeño descansillo verde en medio de este mundo de roca caliza donde la pendiente nos da un respiro. Hacemos una pequeña parada para echar un trago.


Echando la vista atrás de nuevo

Endressia pyrenaica

Dejamos atrás el llano para continuar avanzando junto al río Caldarés (dir. N), recorriendo zonas de gran belleza donde se mezclan la caliza, el verdor de los prados, los rododendros en flor, los pinos negros y las aguas cristalinas del río. 


Rododendro (Rododendron ferrugineum)


Y, tras un buen rato de suave ascenso (incluso con alguna pequeña bajada), nos plantamos en el inicio de la cuesta del Fraile (1.965 m): una subida a base de lazadas en la que ganaremos 200 metros de desnivel. Durante el ascenso, nos acercaremos por momentos a la cascada del Fraile.




Pese a ser una subida con cierto renombre, no es tan exigente como pudiera parecer y se supera bastante bien. Eso sí, vamos administrando las fuerzas, que aún queda mucha subida. Por otro lado, las vistas van mejorando según ganamos altura.



Una vez superada la cuesta del Fraile, una larga diagonal nos deja en el primer ibón del día: el ibón bajo de Bachimaña (2.180 m). Junto a él, se encuentra el refugio de los ibones de Bachimañana, guardado todo el año y con todas las comodidades: si se dispone de tiempo, siempre es una buena opción hacer una paradita para tomar algo en su terraza. Llevamos 1 hora y 30 minutos.

Vistas hacia el Este (E)

La presa del ibón alto de Bachimaña

El refugio de los ibones de Bachimaña

Peña Sabocos, ubicada sobre Panticosa

Tras una paradita para darnos crema y picar algo, retomamos la marcha. Ahora, bordearemos el ibón por la izquierda, unos cuantos metros por encima de su orilla. Por cierto, todavía seguimos por la GR11.



Rápidamente (10 minutos), llegamos al ibón alto de Bachimaña (2.207 m), mucho más grande que el bajo y también represado. El sendero también lo bordea por la izquierda, haciendo algunas subidas y bajadas con las que, tontamente, vamos sumando desnivel en las piernas.



La curiosa isleta que hay en el centro del embalse

Por esta zona, vamos encontrando los primeros neveros del día: pocos para estar todavía a principios del mes de junio, pero es que con estos calores casi dan ganas de darse un chapuzón... 



Poco a poco, la senda se va alejando del ibón y termina descendiendo una veintena de metros hasta alcanzar un punto donde vadear el barranco (2.222 m) que baja de los ibones Azules. En estas fechas, con el caudal alto, unas pequeñas planchas metálicas facilitan el cruce.




Tras el vadeo, dejamos a la derecha (E) un desvío hacia Marcadau y nos vamos a la izquierda (W) para cruzar otro barranco lateral y comenzar a ascender con decisión hacia los ibones Azules. Aunque el pronóstico era muy bueno, el cielo se ha cubierto de nubarrones y nos caen cuatro gotas... ¿llegaremos al Tebarray?.



Genciana acaule (Gentiana acaulis)


Y, tras ganar unos 150 metros de altitud desde el vado, llegamos al ibón Azul inferior (2.381 m). Diría que es uno de mis ibones favoritos de todo el Pirineo: muy muy bonito y rodeado de montañones, destacando sobre todo los archiconocidos Infiernos. Llevamos 2 horas y 20 minutos.




Seguimos justos de tiempo por lo que, tras una muy breve parada, giramos a la derecha (NW) para ascender hacia el ibón superior. Lo haremos por una pequeña loma pedregosa donde encontramos múltiples senditas marcadas con hitos: es una subida corta (apenas 50 metros), pero intensa.


Vistazo atrás: Bachimaña (izquierda) y el ibón Azul inferior (derecha)

De esta forma, 10 minutos más tarde llegamos al ibón Azul superior (2.411 m), también de una belleza extrema, incluso más chulo que el inferior (en mi opinión). Llegar hasta aquí ya supone una buena y bella excursión, pero nosotros seguimos para arriba, que parece que el día se quiere arreglar.



¡Pero qué bonito, por favor!

Ahora, tras bordear el ibón por su orilla derecha, encaramos la subida al cuello de los Infiernos (dir. W). Hoy, tenemos nieve continua desde aquí hasta el collado pero, tras tantear un poco, decido dejar los crampones y el piolet en la mochila ya que se avanza muy bien por la huella.




Desde el ibón Azul superior hasta el collado, tenemos unos 300 metros de desnivel que se llevan bastante bien ya que vamos alternando zonas muy cómodas con algunos repechos más exigentes. 



Por cierto, vemos a nuestra izquierda el pequeño glaciar de los Infiernos, todavía cubierto de nieve, así como los picos homónimos y su famosa marmolera. Este glaciar es una pequeña joya que, desgraciadamente, veremos desaparecer dentro de unos años.

Los Infiernos y su glaciar, cubierto de nieve (justo bajo la marmolera)

Y, tras 1 hora de subida desde el ibón Azul superior (4 horas y media en total), alcanzamos el cuello del Infierno (2.721 m), situado sobre el precioso ibón de Tebarray (2.684 m), que todavía se encuentra semihelado. Al otro lado del ibón, también aparece nuestro objetivo: el pico Tebarray.



Hemos perdido mucho tiempo en este último tramo y vamos algo pasados de hora pero, robando tiempo de la cerveza de después, decido hacer un ataque rápido a la cima: ¡está tan cerca...!. Para ello, tomo la marcada senda que flanquea el ibón por la derecha (dir. N) y, tras una subidita exigente y descompuesta, llego al collado de Tebarray (2.782 m).




En el collado, abandono la GR11 (que desciende hacia Respomuso) y me voy hacia la izquierda (W) para ascender los últimos 100 metros que me separan de la cima. Nada más empezar, bordeo un pequeño escarpe por la izquierda y, luego, voy ascendiendo mediante lazadas por terreno fácil, pero empinado (hay senditas).


Vistazo atrás, se ve la senda que va del cuello del Infierno al de Tebarray

Buena pendiente hacia el ibón de Tebarray

Y, finalmente, con solo unos minutos de margen, alcanzo la cima del pico Tebarray (2.886 m): ¡objetivo conseguido!. Al final me ha costado 4 horitas desde el balneario. Las vistas son espectaculares en todas las direcciones, destacando la visión de los Infiernos y del Balaitús: ¡qué grandísimo mirador!.

Foto de cima: ¡al final subimos todos!

Hacia el Sur (S): Infiernos, Garmo Negro y el ibón de Tebarray

El azul oscuro del ibón de Tebarray

Hacia el Suroeste (SW): Sallent, la Partacua, Collarada, el Midi, ...

La imponente pared norte de Peña Telera

Collarada (izda) y punta Escarra (dcha)

El Midi d'Ossau (dcha) y el Pirineo aragonés occidental

Hacia el Norte (N): el macizo del Balaitús y el ibón de Llena Cantal a nuestros pies

Arriel (izda) y el Lurien (dcha)

Frondiellas (centro) y Balaitús (dcha)

Hacia el Noreste (NE): el circo de Piedrafita

Cambalés (izda) y Llena Cantal (dcha)

El macizo de Monte Perdido en la lejanía

La estancia en la cima es corta: lo justo para repasar por encima los picos que tenemos alrededor y para hacer las fotos de rigor. Toca bajar, y lo vamos a hacer por el mismo camino que la subida, así que no hay pérdida posible.



La bajada hasta el cuello de los Infiernos la hacemos en unos 20 minutos (con cuidado en las zonas descompuestas) y, desde allí hasta el ibón Azul superior el descenso es rápido aprovechando los neveros: 30 minutos más (4 horas y 50 minutos en total).




En el ibón Azul superior, aprovechamos para hacer una paradita para rellenar agua, echar un bocado (que bueno sabe todo en la montaña... y más si hay hambre) y, algunos, también para estirar un poco. Tras el descansillo, seguimos para abajo, dejando atrás rápidamente el ibón Azul inferior.




La bajada hasta Bachimaña es relativamente cómoda, pero bordear de nuevo ambos lagos se me hace un poco de bola, sobre todo las pequeñas subidas. Al final, es una ruta bastante larga y, pese a que es preciosa, la bajada se hace pesada. Pasamos por el ibón bajo de Bachimaña tras 50 minutos desde el Azul superior (5 horas y 40 minutos en total).



Seguimos muy justos de tiempo, por lo que lo que resta de bajada hasta el balneario lo hacemos a tumba abierta (bueno, a todo lo que nos permiten nuestras cansadas piernas y, en mi caso, las ampollas). Así pues, descendemos la cuesta del Fraile y continuamos desandando el camino junto al río Caldarés.



Gamón de montaña (Asphodelus albus)

Ya en las últimas por las dichosas ampollas, alcanzo el llano Bozuelo. Ya solo me queda el último tramo de la bajada: el vertiginoso descenso junto a las cascadas del Caldarés, iluminadas ahora por las luces de la tarde.




Y, por fin, llegamos de vuelta al balneario de Panticosa, poniendo punto y final a la ruta de hoy. Han sido 3 horas y 50 minutos de descenso y 6 horas y 50 minutos en total (sin contar paradas). Éxito total que celebramos tomando algo en la Casa de Piedra. 


Y, esto ha sido todo por hoy, tan solo queda volver plácidamente a Zaragoza en el bus.
¡Hasta la próxima!.


Comentarios

  1. Hola Jorge.

    Pues sí, es una ascensión técnicamente sencilla, pero muy bonita y completa, además, si hace calor, hay pocas sombras y la vuelta, se hace bastante larga. También, aprovechando que ibais en autobús, hubiera estado bien hacer la travesía hasta la Sarra.

    Nosotros, cuando subimos, aún alargamos más, subiendo en la bajada hasta el embalse de Bramatuero y luego, yendo por un sendero equipado, que hay en la otra margen de los ibones de Bachimaña. La idea era bajar por Camino Machos, pero estaba al sol, así que bajamos por el GR.

    La cerveza en la Casa de Piedra, es todo un clásico! y pensar que lo iban a cerrar, tras la construcción del refugio de Bachimaña ...

    Salud y montaña.

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    Respuestas
    1. Hola Eduardo!

      La verdad que, pese a las prisas, me encantó la ruta: la zona del Balneario la tengo bastante pateada, pero me parece tan maja que vuelvo casi todos los años. Eso sí, lo de las ampollas en la bajada fue mortal... cosas de mi piel y los calores.

      ¡Vaya ruta chula os saldría! El Camino Machos la verdad que es una maravilla, así como la zona del ibón de Coanga; y a Bramatuero y algún ibón más de la zona los tengo fichados para una circular a los Batanes y al Serrato que lleva días en la "lista de pendientes"...

      ¡Un saludo y gracias por comentar!

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