¡Hola a todos!. Siguiendo con mi "retraso" bloguero particular, me toca retroceder hasta mediados del año pasado, más concretamente a finales del mes de junio.
En esta ocasión, vuelvo al valle de Tena para ascender el pico Baciás (2.760 m), una de las cimas más conocidas del entorno del Balneario de Panticosa. Esta montaña, si bien no puede competir con las grandes cimas del sector, es la más alta del circo de Brazato y tiene unas vistas privilegiadas de todos los tresmiles de la zona y del valle del Ara.
La ruta no tiene dificultades técnicas especiales más allá de tener que movernos por terreno de alta montaña, con sus pedreras y neveros correspondientes. Además, la considero entretenida ya que tenemos tramos de bosque, buenas vistas y pasaremos por los ibones de Brazato. ¡A por ello!.
Datos de la ruta:
Acceso: desde Zaragoza, tomaremos la A-23 hasta Sabiñánigo, donde nos desviaremos por la N-260 hasta Biescas. Sin entrar en dicha localidad, continuaremos hacia el valle de Tena por la A-136 . Finalmente, nos desviaremos a Panticosa siguiendo la A-2606 y continuaremos hasta el balneario, donde comienza la ruta de hoy.
Fecha: 16 de Junio de 2023
Itinerario: Balneario de Panticosa - Mirador del Rey - Embalse de Brazato - Ibones Altos de Brazato - Puerto Viejo de Brazato - Pico Baciás (2.760 m). Descenso por el mismo camino.
Duración: -sin contar paradas-
- 00:00 h.- Balneario de Panticosa
- 01:00 h.- Mirador del Rey
- 01:55 h.- Embalse de Brazato
- 02:15 h.- Ibones Altos de Brazato
- 02:30 h.- Puerto Viejo de Brazato
- 03:00 h.- Pico Baciás (2.760 m)
- 03:25 h.- Puerto Viejo de Brazato
- 04:00 h.- Embalse de Brazato
- 04:45 h.- Mirador del Rey
- 05:20 h.- Balneario de Panticosa
Desnivel: 1.104 metros acumulados.
Longitud: 14,04 km en total.
Dificultad: Media. Terreno de bloques y de alta montaña durante casi toda la ruta, y especialmente a partir del Puerto Viejo de Brazato. Hoy algunos neveros dificultaron ligeramente el último tramo de subida.
Track:
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Reseña de la ruta:
Son las 9 de la mañana cuando aparco en el Balneario de Panticosa (1.635 m), que siempre me ha parecido uno de los imprescindibles de nuestro Pirineo. También como siempre, me asomo a ver los tresmiles desde la orilla del ibón de los Baños.
Y, acto seguido, inicio la ruta tomando la subida hacia los ibones de Brazato, que arranca por las escaleras ubicadas junto al barranco homónimo, más allá del Gran Hotel. Después, el hormigón da paso a una cómoda senda que bordea el Balneario antes de retomar el ascenso.
Estamos a finales de primavera y, pese a que la nieve escasea, todavía hay un verde intenso en los prados y multitud de florecillas: como es típico en mí, me entretengo en fotografiar todas.
Pinguicula grandiflora
Poco a poco, la senda va ganando altura mediante cómodas lazadas por el interior del pinar. Si somos observadores, veremos multitud de marcas de la GR11, y es que su trazado coincide con nuestra ruta hasta el Puerto Viejo de Brazato.
Pinzón real
Aprovecho alguna mínima apertura para disfrutar de las vistas hacia la zona del Garmo Negro y los Infiernos. La pena es comprobar los pocos neveros que quedan para estar todavía en junio... se viene un verano duro.
Garmo Negro y aguja de Pondiellos
Un poco más arriba, el bosque empieza a perder densidad y la senda sale, por momentos, a terreno despejado. Precisamente en uno de estos tramillos despejados, se encuentra pintado sobre una roca el desvío (1.985 m) hacia la zona de Labaza, aunque yo continuaré hacia Brazato.
Siguiendo la subida hacia Brazato llegaré, pocos minutos después, al mirador del Rey (2.045 m): una pequeña atalaya con vistas privilegiadas del Balneario de Panticosa y todo su entorno. Aprovecho para hacer una paradita, que ya llevo 1 horita de camino.
El ibón de los Baños y el Balneario
Pondiellos (izda) y Arnales (dcha)
Telera y la Partacua, con la peña Cuchiblanga en primer plano
Tras la paradita, retomo la subida: superado un tramito de lazadas donde se discurre de nuevo por el interior del pinar, la senda se interna en el valle del barranco de Brazato (si bien avanza muchos metros por encima del cauce). La verdad que, pese a no ser especialmente dura, pocos descansos ofrece... por no decir ninguno.
Y, tras atravesar un mínimo rellanito (2.200 m), toca afrontar un pequeño repecho que continúa con un suave flanqueo sobre un gran cortado, ya cerquita del ibón de Brazato. Casi sin darnos cuenta, las pedreras le han ganado la partida a los prados y los pinos.
Los montes que cierran el valle de Brazato por el S
¡Vaya vistas!... y como me está gustando este vallecito...
Collarada y toda la zona de Ip, muy lejos de aquí...
Y, tras casi 2 horas de subida, alcanzo el embalse de Brazato (2.380 m), represado desde 1942 y con una superficie de casi 3 hectáreas. Hoy lo encuentro algo bajo y sinceramente, creo que no es precisamente el más bonito de la zona.
Los Brazatos, todavía con algunos neveros
Tras otra pequeña parada, continúo con la subida camino al Baciás, que me llevará a pasar próximamente junto a los ibones altos de Brazato. Para ello, todavía por la GR11, comienzo a bordear el embalse por su orilla N.
Genciana acaulis
Y, al llegar a la altura del barranco por el que desaguan los ibones superiores (y que, como curiosidad, surge justo por aquí encima), la senda inicia una fuerte subida (dir. N) en la que ganaré unos 100 metros de desnivel hasta alcanzar la cuenca de los ibones superiores.
Así pues, la subida me deja justo sobre los ibones altos de Brazato (2.510 m). Concretamente son tres ibones que, si bien son más pequeñitos que el ibón anterior, conservan su naturalidad al no haber sido represados. En alguna ocasión he leído que también se los conoce como los "ibones Perforaos". Llevo 2 horas y 15 minutos.
Ahora, la senda traza una diagonal ascendente (dir. NE) bajo la altiva punta del Puerto para ir en busca del Puerto Viejo de Brazato, que ya veo al fondo. En este tramo me encuentro con los primeros neveros de la jornada, aunque hay buena huella y se atraviesan sin demasiados problemas.
Y, de esta forma, alcanzo el Puerto Viejo de Brazato (2.566 m) tras 2 horas y 30 minutos de marcha. Al otro lado, aparecen el impresionante Vignemale y el larguísimo valle del Ara, por el que se podría bajar hasta Bujaruelo.
También puedo ver mi objetivo de hoy: el pico Baciás. Tras una corta paradita, inicio el ataque a su cima: abandono la GR11, que desciende hacia Bujaruelo, y giro a la derecha (dir. SE) para ir avanzando por el pedregal, al principio sin ganar demasiada altura. Hay hitos.
Poco a poco, el terreno va ganando inclinación y, llegados al tramo final, esta ya es importante. Sólo me queda afrontar el repecho final hasta la cumbre, y lo haré un poco por donde mejor lo vaya viendo, buscando evitar los neveros (que tienen bastante pendiente) y evitar los pequeños resaltes de la ladera. No es difícil, pero sí terreno incómodo de alta montaña.
Tras ganar más de 100 metros de desnivel en el último repecho, termino saliendo a la arista NW del Baciás, por donde recorreré (sin dificultades) los últimos metros hasta alcanzar la cima del pico Baciás (2.760 m). Han sido 3 horitas de subida, nada mal...
Hacia el NE: el Vignamale, el valle del Ara y Ordesa
El Vignemale, el glaciar d'Osseau queda oculto tras las cumbres
La Munia (izda) y Robiñera (dcha)
Astazus
Marboré (izda), Cilindro (centro) y Monte Perdido (dcha)
La espectacular cara N del Taillón
Hacia el S: el circo de Brazatos y las sierras exteriores
Tendeñera
Sabocos
Peña Telera y parte de la Partacua
Collarada y las cimas del circo de Ip
Hacia el NW: los tresmiles del Balneario y la zona de los Batanes
Argualas, Algas (izda) y Garmo Negro (dcho)
Los Infiernos, con los Arnales justo delante
Frondiellas (izda) y Balaitús (dcha), sobre la punta Zarre
Tras 20 minutillos en la cima, comienzo el descenso de vuelta al balneario. El primer tramo de bajada por la pedrera le hago con mucho cuidado, pero aun así, en una de estas, al apoyarme en un gran bloque aparentemente estable, este comienza a moverse hacia abajo y termina rozando con mi espinilla sin más consecuencias que un rasguño y un moratón... pero vaya susto.
Todavía con las pulsaciones un poco altas, llego de vuelta al Puerto Viejo de Brazato (2.566 m), donde aprovecho para hacer una paradita, templarme un poco y comer algo. Aquí coincido con otro montañero que está haciendo la GR11 y marcha hacia Bujaruelo: hablamos un poco... ojalá algún día la pueda hacer yo. Después, continúo el descenso pasando por los ibones altos de Brazato (2.510 m).
Ya sin contratiempos, voy descendiendo rápidamente y llego de vuelta al embalse de Brazato (2.380 m) cuando llevo 1 horita de descenso y 4 horas de ruta en total. Sin siquiera parar, continúo hacia abajo.
Este tramo de la ruta me parece precioso...
Con el calor apretando, llego de vuelta al mirador del Rey (2.045 m) tras 1 hora y 45 minutos de descenso. No puedo evitar caer en la tentación de hacer una paradita, y es que el lugar invita a ello. Las vistas hacia los tresmiles y hacia las cascadas, que en esta época caen por todos lados, son impagables.
Cascada de Argualas
Y, finalmente, solo me queda descender los últimos 400 metros de desnivel hasta alcanzar de nuevo el Balneario de Panticosa (1.635 m). Han sido 2 horas y 20 minutos de descenso y 5 horas y 20 minutos de ruta en total: un buen paseo.
Contento como siempre, doy por finalizada mi primera actividad "veraniega" de este año, que no ha estado nada pero que nada mal. Como con los turnos del trabajo nunca se sabe cuándo podré volver a subir al Pirineo, aún apuraré el día tachando un par de pendientes de la zona.
¡Hasta la próxima!.
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