Arnales (3.001 m) y picos del Infierno (3.081 m) desde el Balneario de Panticosa por Pondiellos

 ¡Hola hola!. Tras finalizar mi semanita de vacaciones de julio, y después de unos pocos días de trabajo, se me vuelve a antojar subir al Pirineo. Aunque, esta vez me apetece hacer algo "de más envergadura" y me decido por subir algún tresmil.

De todos los que tengo en la lista de pendientes, termino decidiéndome por los Infiernos: una de las montañas más icónicas del valle de Tena, y también fácilmente identificable desde multitud de puntos del Pirineo gracias a sus afamadas Marmoleras.

A los Infiernos se sube normalmente desde el balneario de Panticosa pasando por Bachimaña y los ibones Azules; pero es una ruta larga y hay riesgo de tormentas para la tarde, así que elijo subir también desde el balneario pero por el collado de Pondiellos, que me dará un acceso mucho más directo. Desde allí, utilizaré la pared sur (S) para subir y la arista suroeste (SW), una alternativa mucho más fácil, para bajar de nuevo hacia el collado de Pondiellos. 

Y, ya que estoy, aprovecharé para hacerle una visita al pico de los Arnales, que últimamente se ha puesto de moda tras unas mediciones recientes que lo vuelven a situar por encima de los tresmil metros.

¡A por ello!.

Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, tomaremos la  A-23  hasta Sabiñánigo, donde nos desviaremos por la  N-260  hasta Biescas. Sin entrar en dicha localidad, continuaremos hacia el valle de Tena por la  A-136 . Finalmente, nos desviaremos a Panticosa siguiendo la  A-2606  y continuaremos hasta el balneario, donde comienza la ruta de hoy.

Fecha: 10 de Agosto de 2022

Itinerario: Balneario de Panticosa - Fuente de la Laguna - Mallata Baja de las Argualas - Mallata Alta de las Argualas - Collado de Pondiellos - Collado Saretas - Pico de los Arnales (3.001 m) - pared S de los Infiernos - Pico del Infierno Oriental (3.076 m) - Pico del Infierno Central (3.081 m) - La Marmolera - Pico del Infierno Occidental (3.073 m) - arista SW de los Infiernos - Ibones de Pondiellos - Collado de Pondiellos - Mallata Alta de las Argualas - Mallata Baja de las Argualas - Fuente de la Laguna - Balneario de Panticosa.

Duración: -sin contar paradas-

• 00:00 h.- Balneario de Panticosa
• 00:20 h.- Mallata Baja
• 00:50 h.- Mallata Alta
• 02:10 h.- Collado de Pondiellos
• 02:20 h.- Collado Saretas
• 02:50 h.- Pico de los Arnales (3.001 m)
• 03:35 h.- Pico del Infierno Oriental (3.076 m)
• 03:40 h.- Pico del Infierno Central (3.081 m)
• 03:50 h.- Pico del Infierno Occidental (3.073 m)
• 04:35 h.- Ibones de Pondiellos
• 05:10 h.- Collado de Pondiellos
• 06:20 h.- Mallata Alta
• 06:40 h.- Mallata Baja
• 06:55 h.- Balneario de Panticosa

*A ritmo normal: 8 horas y 30 minutos en total.

Desnivel: 1.688 mD acumulados.

Longitud: 11,64 km en total.

Dificultad: Difícil. Terreno duro de bloques y alta montaña durante gran parte de la ruta. La trepada por la cara S de los Infiernos no es excesivamente complicada (II), pero sí está bastante descompuesta en su parte alta y además es expuesta. La bajada por la arista SW no tiene complicaciones salvo algún apoyo de manos esporádico.

Track:

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Croquis:

Tramo del balneario hasta el collado de Pondiellos (tanto para subida como para bajada)

Tramo circular desde el collado al Arnales y los Infiernos

Reseña de la ruta:

Aparco junto al ibón de los Baños (1.637 m) cuando las primeras luces comienzan a iluminar los tresmiles del Balneario de Panticosa. Y, todavía con ambiente fresquito, comienzo la ruta caminando junto a la orilla del lago.

Argualas

Al final del paseo peatonal, nace una senda bien marcada, pero sin señalizar, que tomaré y me llevará en apenas 5 minutos a la fuente de la Laguna (1.750 m), que mana agua a 22º.

Hay anunciadas tormentas para esta tarde, así que no tengo tiempo que perder: dejo atrás la fuente y sigo avanzando por la senda, que ahora gana altura con decisión y trazando algunas zetas por el interior del pinar. De esta forma, en unos 20 minutos alcanzo la mallata baja de las Argualas (1.855 m).

Aquí, en la Mallata Baja, nace una sendita (señalizada con una antigua pintada en una piedra) que recorre el vallecito que tenemos delante (dir. W) para dirigirse a los ibones de Ordicuso y a la zona del Feniás; pero yo tengo que continuar por la senda principal (dir. N), que se interna de nuevo en el pinar.

Aunque será de forma breve ya que, 100 metros más arriba (cota 1.950 m), se abandona el bosque definitivamente y se pasa a terreno despejado de pastizal, con los tresmiles presidiendo la escena. 

El Sol asoma entre el Xuans y los Batanes

La subida no da tregua hasta que, tras superar un pequeño resalte, se alcanza la mallata alta de las Argualas (2.135 m), donde la pendiente cede un poco y se puede aprovechar para coger agua. Llevo 50 minutos y no he parado de adelantar grupos.

Acónito: extremadamente venenoso.

Reanudo la marcha. A continuación, la senda vuelve a coger pendiente y se desvía ligeramente hacia la derecha para salvar, sin especiales dificultades, una pequeño resalte rocoso. Por aquí, la senda se bifurca en varias ocasiones y veremos hitos por todos lados, pero de momento da igual cual seguir.

Justo tras superar los resaltes y al alcanzar los 2.475 metros de altitud, llega el momento de abandonar la ruta al Garmo Negro (hacia donde continúa el 95% de la gente) para desviarse hacia el collado de Pondiellos, perfectamente visible desde aquí, y del que me separan algo más de 300 metros de desnivel.

La subida es algo incómoda al hacerse por terreno de bloques y hay que ir atentos a los hitos. El problema es que los hay por todos lados; en esta ocasión voy siguiendo unos que se pegan demasiado a las paredes de la derecha y terminan desapareciendo: ¡pues qué bien!.

En fin... me busco un poco la vida y termino enlazando con otra línea de hitos que me irá llevando hacia el collado. De todas formas, con hitos o sin ellos la dirección es evidente y no hay pérdida, pero el tema está en ascender lo más cómodamente posible.

Sin más complicaciones, alcanzo el collado de Pondiellos (2.812 m). Al otro lado, aparecen los preciosos ibones de Pondiellos y también dos objetivos del día: el Arnales y los picos del Infierno. Alta montaña de verdad. Llevo 2 horas y 10 minutos y las sensaciones son muy buenas.

La pared sur de los Infiernos, por donde subiré en un rato

Ruta aproximada a los Arnales y, posteriormente, a los Infiernos

Ahora, giro a la derecha (dir. NE) y flanqueo el pico Pondiellos, alcanzando rápidamente el collado Saretas (2.831 m), donde el ambiente es aún más espectacular, con la punta sur de los Arnales mostrándose imponente. Llevo 2 horas y 20 minutos.

Tras una parada cortita, continúo ascendiendo, ahora en dirección al evidente colladito (2.979 m) que separa Arnales e Infiernos. Hay trazas de senda y se sube bastante bien, exceptuando el último tramo, que está algo más descompuesto.

Y, desde el colladito, solo queda girar a la derecha (E) y afrontar un corto tramo de cresta que me dejará, sin complicaciones más allá de algún apoyo de manos, en la cima del Arnales (3.001 m), que ofrece una panorámica excepcional. Me ha costado 2 horas y 50 minutos: voy super bien de tiempo, así que aprovecho para hacer una paradita.

En la cima del Arnales

Hacia el SW: la cuenca de los ibones de Pondiellos y los tresmiles del Balneario

Hacia el N: la cuenca de los ibones Azules y con montañas de Respomuso de fondo

Hacia el SE: el Balneario de Panticosa abajo, con el Vignemale y Ordesa a lo lejos

Tras un ratillo en la cima, pongo rumbo a mi siguiente objetivo: los Infiernos. Para ello, regreso al colladito y sigo descendiendo unos pocos metros por el camino de subida hasta tomar unas evidentes trazas de senda que me llevarán (dir. W) hacia la pared sur de los Infiernos.

Vistazo atrás hacia los Arnales

Y, justo tras pasar bajo la canal sur de los Infiernos (NO subiremos por ella, sino por su izquierda), la senda alcanza la base de la pared sur de los Infiernos y unos hitos nos invitan a comenzar a trepar por la misma. Estoy a 2.945 metros de altitud.

Así pues, me coloco el casco y comienzo a subir. Estos primeros metros son los más verticales, pero la pared está bastante escalonada y hay apoyos de sobra para pies y manos. Como siempre, voy buscando los pasos más fáciles, que los hay y abundantes.

Más o menos a mitad de pared, el panorama cambia drásticamente: la pendiente cede un poco, pero el terreno se vuelve muy descompuesto y con menos apoyos; así que hay que andarse con mucho ojo de no tirar piedras abajo y de no dar un resbalón. No recomendaría descender por aquí (desafortunadamente ya ha habido algunos accidentes mortales estos pasados años).

Siento cierto alivio cuando alcanzo el colladito (3.062 m) que separa los Infiernos oriental y central; en teoría lo peor ya está pasado. Primero, me voy a por el oriental, del que tan solo me separa una corta y fácil trepada. 

Así pues, llego a la cima del Infierno oriental (3.076 m) tras 3 horas y 35 minutos de subida desde el balneario. Por aquí arriba coincido con otro montañero murciano con el que charlaré un rato (al ir solo me dan ganas de hablar cuando te cruzas con alguien). Me siento unos minutos a disfrutar de las vistas.

Hacia el NW: la Marmolera con los tresmiles de Respomuso al fondo

Garmo Negro y los picos de Algas

El macizo de Collarada/Ip, con los restos de una buena granizada

Y, a continuación, destrepo de vuelta al colladito (3.062 m) y remonto los últimos metros que me separan de mi siguiente cima: el Infierno central (3.081 m), el más alto de los que componen los picos del Infierno. Las vistas son muy parecidas y hay bastante gente, así que apenas me detengo. Llevo 3 horas y 40 minutos.

Hacia el SW

Hacia el E

Así pues, me voy a por la última cima de los Infiernos (y también de la jornada): la occidental. Para alcanzarla, tendré que cruzar la famosa Marmolera de los Infiernos, posiblemente el mayor icono de esta montaña y la que le da su característica imagen vista desde el valle de Tena.

Sarrios a vista de pájaro

Una vez metido en la faena, no será tan fiero el león: es ancha y se pasa prácticamente caminando todo el rato. Eso si, no hay que olvidar que tenemos más de 200 metros de caída a cada lado.

Vistazo atrás tras cruzar la Marmolera

Y alcanzo la cima del Infierno occidental (3.073 m) tras 3 horas y 50 minutos de ruta. Aquí sí que aprovecho para hacer una parada algo más larga y comer. Las vistas son un verdadero escándalo y, de momento, el día se está portando.

Hacia el S: Pondiellos y las sierras exteriores

Hacia el NE: la zona de Bachimaña y el Vignemale de fondo

Hacia el NW: Tebarray y la zona de Respomuso

Zoom al Pic Long y Cambieil

El inconfundible Midi d'Ossau

El glaciar de los Infiernos

Frondiellas y Balaitús con sus impresionantes crestas

Vignemale

La cima del Infierno Central

El famoso Midi de Bigorre

Sallent de Gállego, 1.600 metros por debajo

Después de 20 minutos de parada, comienzo con el descenso. Voy a utilizar la arista SW de los Infiernos para bajar hasta los ibones de Pondiellos, y una vez allí volveré hasta el collado homónimo, donde conectaré con mi ruta de subida. Pese a su sencillez, la arista SW es una vía muy desconocida y poco utilizada. 

Los primeros metros son comunes con la ruta "normal", que viene desde Bachimaña. Los hitos nos invitan a abandonar el filo de la arista para una zona de destrepe más fácil (I/I+) por la izquierda. Este tramillo está un poco descompuesto y hay que bajar con cuidado.

Y, tras destrepar estos primeros metros, se llega a un colladito (3.020 m) donde la ruta normal se desvía a la derecha para hacer una travesía sobre la Marmolera W y después bajar al ibón de Tebarray. En cambio, yo seguiré bajando por la arista SW hacia los ibones de Pondiellos.

Durante unos 15 minutos, voy bajando por el centro de la arista sin apenas dificultades y encontrando algunos hitos de vez en cuando. Sobre los 2.900 metros de altitud, la arista se vuelve más abrupta y me iré hacia la izquierda (SE) para continuar descendiendo por terreno herboso.

Guiado por algunos hitos y una tímida sendita, voy perdiendo altura rápidamente (la pendiente es fuerte) por una amplia terraza herbosa que evita los cortados y termina desembocando, sin dificultades, en un enorme pedregal situado a los pies de la Marmolera. 

Ahora, tan solo me queda descender un poco más hasta llegar a los ibones de Pondiellos, concretamente al más bajo de ellos (2.690 m), y puede que también el más pequeño. Llevo 4 horas y 35 minutos.

Empiezan a crecer algunas nubes sobre el Garmo Negro, así que reemprendo la marcha y giro a la izquierda (E) para dirigirme de vuelta al collado de Pondiellos, que ya veo claramente al fondo. De camino voy dejando a mi derecha el resto de ibones, que me parecen preciosos.

Un poco penosamente por el calor de estas horas y por lo incómodo de progresar por este terreno de bloques, alcanzo el ibón superior de Pondiellos (2.735 m). El cuerpo me pide darme un chapuzón, pero no va a poder ser.

Desde aquí, ya solo un último repecho me separa del collado de Pondiellos (2.812 m), al que llego de vuelta tras 5 horas y 10 minutos de ruta y con el cielo ya amenazante. Aun así, me tomo unos minutos de descanso y charlo con unas chicas que han llegado hasta aquí por error, ya que querían ir al Garmo Negro.

Siempre vigilado...

Tras la paradita, comienzo el brutal descenso hacia el balneario, que se ve en todo momento muuuy abajo. El terreno ya lo conozco de esta mañana y, además, ahora es más fácil seguir los hitos y el camino "bueno" pero, aun así, tengo que pararme de vez en cuando a mirar bien por donde continuar.

 

Me caen cuatro gotas (contadas) y luego poco a poco va despejando, así que me permito el lujo de frenar un poco, que en estos terrenos de grandes bloques meter la pata (nunca mejor dicho) podría costarme una avería seria.

Tras perder unos 350 metros desde el collado (cota 2.470 m), conecto con la ruta del Garmo Negro justo al lado de una roca de grandes dimensiones que podría servir de referencia. Sigo para abajo, que aún queda mucha bajada...

Tras 6 horas y 20 minutos de ruta, paso por la mallata alta de las Argualas (2.135 m), donde recargo algo de agua y hago otra parada cortita. La verdad es que, después de tantas horas de roca, se agradece ir viendo algo de verde de nuevo.

Ya con ganas de llegar abajo, me vuelvo a internar en el pinar y, tras pasar por la mallata baja de las Argualas (1.855 m), encaro el último tramo de la bajada, que siempre se me hace un poco largo, y que me deja de vuelta en el Balneario de Panticosa (1.637 m) tras 6 horas y 55 minutos de ruta (sin contar paradas).

Cómo me gusta cuando todo sale como estaba planeado. Ha sido un gran día de montaña y me llevo cuatro tresmiles más en la mochila; no estoy precisamente obsesionado con subir montañas de tresmil metros, pero oye, una vez al año no hace daño.

Con los truenos sonando por encima del Serrato y los Batanes, me siento en la orilla del ibón de los Baños a comer algo y a estirar las piernas antes de regresar a Zaragoza, donde remataré el día rozando el coche en el garaje... que no todo iba a ser de color de rosas.

¡Hasta la próxima!.