Trilogía del Aspe: Llena del Bozo (2.559 m), Llena de la Garganta (2.597 m) y Aspe (2.640) desde La Cleta (Aísa)

El pequeño y coqueto valle de Aísa, ubicado en la zona occidental del Pirineo aragonés y dentro del Parque Natural de los Valles Occidentales, se encuentra cerrado en su extremo norte por la sierra de Aísa. En dicha sierra, son tres las montañas más altas y relevantes: el Aspe y las Llenas de la Garganta y del Bozo, conocidas popularmente como la trilogía del Aspe o la trilogía de Aísa.

Desde hace un par de años, tenía en mente ascenderlas las tres de una tacada... y este verano de 2022, aprovechando mi semana de vacaciones, llegó la oportunidad. La idea es subir por su vertiente sur, desde el final de la pista de Aísa; e ir coronando las cimas de menor a mayor altitud, es decir, terminando en el Aspe, el rey de la zona.

Será un pequeño reto ya que es una ruta exigente: el desnivel es importante (más de 1.500 metros) y la distancia relativamente corta (apenas 12 km); además, se hace en varias subidas y bajadas. Por otro lado, técnicamente es una ruta con miga y entretenida: terreno de alta montaña con pedreras, trepadas, chimeneas, tramos expuestos, zonas de lapiaz y tramos sin sendero. 

Personalmente, recomendaría esta actividad a cualquier montañero experimentado y en buena forma física; la recompensa es grande: asaltar los cielos del valle de Aísa.



Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, tomaremos la  A-23  hasta Jaca. Entramos al núcleo urbano y buscamos el inicio de la  A-2605 , al final del paseo de la Contitución. Tras unas cuantas curvas, la carretera se adentra en el valle de Aísa y, finalmente, nos deja en la localidad homónima. Desde allí, solo es cuestión de seguir la pista asfaltada que va hasta el fondo del valle, donde encontraremos una barrera que la cierra al tráfico; este punto es conocido como "La Cleta" y es donde iniciaremos la ruta.



Fecha: 21 de Julio de 2022
Itinerario: La Cleta - Refugio Saleras - cruce río Igüer - abrevadero - Brecha Wallon - Llena del Bozo (2.559 m) - Brecha Wallon - chimenea - Llena de la Garganta (2.597 m) - paso clave - Brecha de Aspe - Pico de Aspe (2.640 m) - karst - El Embudo - abrevadero - cruce río Igüer - Refugio Saleras - La Cleta.
Duración: -sin contar paradas-
  • 00:00 h.- La Cleta
  • 00:45 h.- Abrevadero
  • 01:50 h.- Brecha Wallon
  • 02:15 h.- Llena del Bozo (2.559 m)
  • 02:35 h.- Brecha Wallon
  • 03:05 h.- Llena de la Garganta (2.597 m)
  • 03:20 h.- Paso clave
  • 03:40 h.- Brecha de Aspe
  • 04:00 h.- Pico de Aspe (2.640 m)
  • 04:30 h.- Karst
  • 05:00 h.- El Embudo
  • 05:05 h.- Abrevadero
  • 05:30 h.- La Cleta
*Tiempos a ritmo ligero; a ritmo normal: 7 horas y 30 minutos.
Desnivel: 1.687 mD acumulados.
Longitud: 12,41 km en total.
Dificultad: Media +. Ruta exigente físicamente con un desnivel importante a superar en una distancia relativamente corta. Técnicamente tampoco se queda corta: tramos sin senda, pedreras, alguna zona expuesta y trepadas de hasta II grado. Sólo montañeros experimentados y en buena forma.

Track:
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Reseña de la ruta:

Tras un pequeño madrugón, comienzo a caminar desde "La Cleta" (1.470 m) cuando no son ni las 8 de la mañana. Cruzo la barrera y voy avanzando por la pista que, a los pocos minutos, pasa a ser hormigonada para superar un repecho con fuerte pendiente.


El Sol comienza a maquillar las montañas de Aísa

Aparecen los picachos que cierran el valle

Tras superar el repecho, el valle se abre y se muestra mucho más apacible: es la antesala de los llanos de Napazal, que se encuentran algo más adelante. Continúo por la pista y dejo a la izquierda el refugio de Saleras (apenas se ve desde la pista).


También se vislumbra, por momentos, el Aspe

Refugio de Saleras: abierto y en buen estado

A los pocos metros, aparecen unas indicaciones que me invitan a dejar la pista y desviarme a la derecha (N) para cruzar el río Igüer y tomar una senda que va ganando altura por una marcada lomita que separa los llanos de Napazal (izquierda) y el valle de Rigüelo (derecha).




Cardo de montaña (Eryngium bourgatii)

Chino chano voy ganando altura por la lomita. Durante este tramo de subida, aparecerán varios cruces y desvíos (hacia la surgencia del Chorrotal, con la GR11, ...) a los que haré caso omiso.



A la izquierda (W) veo los llanos de Napazal

Y a la derecha (E) los picachos del valle de Rigüelo

A estas horas y a la sombra todavía hace fresquito, lo que se agradece teniendo en cuenta las temperaturas que estamos teniendo desde el pasado mes de mayo... Por otro lado, la sequía se nota claramente: los pastos ya están amarillos, como en agosto.


Siempre veremos mucho ganado por estos lares

Escabiosa

Brezo/Brecina

Tras 45 minutos desde el coche y casi 400 mD+, alcanzo un abrevadero (1.860 m). Justo delante tengo la zona del "Embudo", por donde sigue la ruta "normal" al Aspe (y por donde descenderé dentro de unas horas); pero ahora, abandonaré la senda y me desviaré a la izquierda (NW) para dirigirme hacia mi primera cima: la Llena del Bozo.

Desde el abrevadero, dejo la senda y me desvío a la izquierda

Allí se queda "el Embudo", por donde sí pasaré en la bajada (es la ruta normal al Aspe)

Ahora, se trata de ascender hacia el falso collado visible entre ambas Llenas. Para ello, seguiré una tímida senda que me llevará primero por terreno herboso, a media ladera y sin ganar apenas altura (N).


Lirio (Xiphion latifolium)


Hypericum 

Salirse de las rutas más frecuentadas suele tener premio.

Sarrio (Rupicapra pyrenaica)

Marmotas

Antirrhinum sempervirens Lapeyr.

Más adelante, la sendita desemboca irremediablemente en zona de pedrera y tendré que afrontar un duro repecho que subiré más cómodamente por la zona de roca marrón de la izquierda (más estable).



Vistazo atrás

Superado el repecho, alcanzo el falso collado (2.270 m), desde donde ya veo delante mío y a tiro de piedra la "verdadera" brecha Wallon (o collado de Napazal): hacia allá voy. De camino, sorprendo a un gran grupo de sarrios: serán casi una treintena y la mayoría muy jóvenes.




Clavel rastrero (Silene acaulis L.)

Y, tras remontar los últimos metros, alcanzo la brecha Wallon (2.329 m) después de 1 hora y 50 minutos de ruta. Al otro lado (N), aparece el empinado y descompuesto corredor que sube desde el circo de Aspe, sé que se puede subir, pero tela...


Vistazo atrás

Aster (Aster alpinus L.)

Sin parar prácticamente nada, giro a la izquierda (W) y me voy hacia mi primera cima: la Llena del Bozo. Así pues, comienzo a ganar altura siguiendo los hitos: la pendiente es fuerte y se progresa algo por debajo del cordal.


Flor de nieve o Edelweiss (Leontopodium alpinum)



Casi arriba, me iré hacia la izquierda (SW) para subir por una pequeña canaleta herbosa pegada a una sima. Y, superada la canaleta, me espera un flanqueo algo expuesto, pero fácil, que terminará por sacarme a la parte superior de la montaña.

Las vistas empiezan a ser chulas



Ahora, tan solo me queda superar los últimos metros hasta alcanzar la cima. De nuevo veo más sarrios: el ambiente es espectacular.




Y así alcanzo mi primera cima del día: la Llena del Bozo (2.559 m). Me ha costado 2 horas y 15 minutos, no está nada mal. Paro unos minutos a disfrutar de las vistas, aunque desgraciadamente la calima apenas permite apreciar el horizonte.


Hacia el W: el macizo de Bernera y el Bisaurín

Zoom al Bisaurín

Zoom hacia la zona de Secús y, más al fondo, la de Oza

Hacia el NE: el Aspe y su maravilloso circo homónimo

Zoom al Midi d'Ossau

Hacia el S: los valles de Aísa y de Aragüés

La ruta de hoy es larga y no puedo perder mucho tiempo; además, aparecen algunas nieblas altas que me inquietan un poco (luego se disiparán). Por ello, reanudo la marcha y regreso por el mismo camino hasta la brecha Wallon (2.329 m). Llevo 2 horas y 35 minutos.


Y sigo a por mi siguiente cima: la Llena de la Garganta. Primero, tomaré un senderillo algo incómodo (más bien trazas) que flanquea la montaña por su cara W, y después lo abandonaré para ascender directamente hasta la base de la chimenea que me permitirá acceder a su parte alta.


Ascenso, con la chimenea pintada en rojo. Importante NO llegar a la brechita del fondo.


Y, tras una pequeña trepadilla guiada por hitos, llego a la base de la chimenea. Es importante dar con la correcta porque sino nos podemos meter en un berenjenal. Para evitar despistes, decir que la chimenea está situada justo en la vertical de un resalte que hay a media ladera (se ve en fotos anteriores). 



¡Al lío!. Me toca trepar por la chimenea, que tendrá unos 15 metros: la verdad que la subo bastante fácil, no es demasiado vertical y, además, hay apoyos de sobra para manos y pies (grado I+/II). Desemboca en una corta vira herbosa que se recorre hacia la derecha (S).


La chimenea vista desde arriba


Y, sin más complicaciones, salgo a la pala final. Con la compañía de unos sarrios muy confiados (ya he perdido la cuenta de cuantos he visto hoy) y ya sin dificultades más allá de la exigente pendiente, iré remontando los 150 metros de desnivel que me separan de la cima.




De esta forma, alcanzo la segunda cima del día: la Llena de la Garganta (2.597 m). El reloj marca 3 horas y 5 minutos de marcha, sin contar paradas. Las vistas son muy similares a las de su hermana pequeña, pero sí que destaca aún más el Aspe.


Hacia el W

Hacia el NE: impresionante el Aspe

Zoom hacia la cima del Aspe

Los neveros del Aspe, posiblemente quede algo de hielo debajo (heleros)

Las puntas de la Tuca Blanca

Voy un poco justo de tiempo, por lo que enseguida continúo hacia mi próximo objetivo: el Aspe. Para ello, comienzo a descender en dirección SW, pegado al cortado de la izquierda, en busca del paso clave que me permita salvar los cortados y tener un acceso "fácil" hacia la brecha de Aspe.




Tras perder más de un centenar de metros, los hitos entran en una pequeña canaleta que se desciende sin demasiadas complicaciones y que me deja en el paso clave: el punto débil de la muralla, señalizado claramente con un hito. Todavía no son las 12, pero la solana ya es considerable, así que hago una parada a la sombra para picar, beber y darme crema.


Este sitio es un "nido de águilas"

¿o quizás de Quebrantahuesos? (Gypaetus barbatus)

Reemprendo la ruta: destrepo el paso clave (son unos 4 metros muy fáciles: grado I) y comienzo un incómodo flanqueo bajo la cara E de la Llena de la Garganta que me llevará hasta la brecha de Aspe. 

Vengo de allí arriba... y me iré por la ladera de la derecha


El destrepe visto desde abajo: muy sencillo

Este tramo de flanqueo es bastante "asqueroso": pendiente lateral considerable y una pedrera inestable y deslizante... mala combinación. Armado de paciencia, voy avanzando poco a poco con la principal preocupación de no perder mucho tiempo.



Vistazo atrás: se aprecia el paso clave

Termino apareciendo algo por encima de la brecha de Aspe, de la que solo me separa un pequeño destrepe (grado I/I+).


El destrepe visto ya desde abajo

Así pues, llevo 3 horas y 40 minutos caminando cuando llego a la brecha de Aspe o paso de la Garganta de Aspe (2.427 m). Aquí me junto con la "ruta normal" desde La Cleta, aunque hoy apenas hay gente por aquí (hasta ahora he ido solo). Tan solo me queda remontar la pala final del Aspe: ¡a por ella!.




Esta última subida, de 200 metros de desnivel, se me hace algo incómoda al principio al encontrarme con zonas de lapiaz, pero más arriba conectaré con un senderillo que me facilitará mucho las cosas. Casi al final, se bordea la antecima W (2.599 m) y se pasa por un colladito (2.581 m) antes de encarar los últimos metros.


Pasando por el colladito: ¡no queda nada!

Y alcanzo la cima del pico de Aspe (2.640 m) tras 4 horas de ruta. Hacía varios años que no pisaba la cumbre de esta emblemática montaña y ya tenía ganas, la verdad. Me acuerdo de la 1ª vez, con 16 añitos y acompañado (o, mejor dicho, acompañando) a Manolo, un enamorado de esta montaña. Ahora sí que pararé un ratillo a comer algo y a disfrutar.


Hacia el E: las dos Llenas con el Bisaurín de fondo

Hacia el N: el valle de Aspe y las zonas de Candanchú y Astún

Zoom al Midi d'Ossau

Zoom al Anayet (dcha) con el Balaitús de fondo

Hacia el W: los Lecherines y Collarada

Me asomo al borde del cortado. A la izquierda se ve la arista de los Murciélagos.

Al fondo: Collarada y el circo de Ip

Hacia el S: el coqueto valle de Aísa

Tras la parada, comienzo con el descenso hacia La Cleta, que haré por la ruta normal. Así pues, voy descendiendo hacia la brecha de Aspe por el mismo camino de la subida, aunque poco antes de llegar a ella, me desviaré hacia la izquierda (S) siguiendo un sendero bien señalizado con hitos. También podría haber seguido bajando hasta la brecha, desde donde parte otra buena senda: hay muchas opciones y todas se terminan juntando más abajo.



Mi sendita va descendiendo poco a poco hacia el karst, aunque se resiste a entrar y aprovecha al máximo las zonas herbosas. También me llevará a destrepar una pequeña chimenea de unos 5 metros (I+/II).



Perfectamente señalizado con hitos

Mirada atrás: el Aspe ya queda muy arriba

¡Hoy me estoy hartando de ver bichos!.




Finalmente, el sendero se adentra en el impresionante karst que cubre esta cara S del Aspe. Estoy a 2.275 metros y llevo 4 horas y media de ruta. Ahora, tendré que atravesarlo: con cuidado de donde piso y atento a los hitos, pero admirando semejantes formaciones fruto de la erosión de la caliza.




Una vez superado el karst, me espera un descenso a tumba abierta hasta llegar al "Embudo" (1.930 m), que se desciende sin ninguna complicación (no hay ni que apoyar las manos). Llevo ya 5 horas y el calor empieza a hacer mella, así que estoy bajando lo más rápido posible, incluso al trote.



El Embudo visto ya desde abajo

Y, unos metros por debajo del Embudo, paso junto al abrevadero (1.860 m), el punto donde me desvié esta mañana. Ni me paro y continúo bajando, ya por terreno conocido, hasta finalizar la ruta en "La Cleta" (1.470 m) tras 5 horas y 30 minutos en total (sin contar paradas y a ritmo bastante ligero).



Termino muy sofocado por el calor del mediodía, pero contento con la actividad realizada y con cómo se me han dado las cosas. Incluso me da tiempo de llegar a comer a casa, aunque sea un poco tarde. Eso sí, antes pararé a coger agua de una fuente que hay antes de Aísa... con estas temperaturas me tendré que replantear las actividades de estos días.

¡Hasta la próxima!.

Comentarios

  1. Hola Jorge.

    Este verano a hecho mucho calor y tampoco la zona es generosa en sombras, así que, salvo que salga un día nublado, el calor lo tenías garantizado.

    Muy interesante el itinerario a la Corona del Aspe, sin ser difícil tiene sus "cositas" y a pesar de no ser picos que destaquen por su altura, el desnivel acumulado en poco kilómetros, no es moco de pavo.

    A ver si este invierno puedo acercarme a la Punta Nazapal con los esquíes. Por cierto me debes un comentario en la vuelta al Forato 😉.

    Salud y montaña.

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    Respuestas
    1. Hola Eduardo! La verdad que ha sido un verano muy complicado para hacer actividades muy expuestas al Sol salvo que se madrugara mucho pero que mucho.

      Y sí, verdadremanete tiene sus cositas que lo hacen solo apto para montañeros. Pero es una rutica entretenida de por sí y con cierto renombre.

      Un saludo! Voy a por ese comentario jeje!

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