Somola Alta (2.692 m) desde el refugio de la Espata

¡Buenas buenas! Aquí estoy de nuevo, con otra entrada atrasada del verano (y las que quedan...); pero es que hoy en día no me da la vida para llevar el blog al día, que lo primero es lo primero y a mí ahora me toca estudiar unos cuantos meses.

Así pues, nos remontamos de nuevo al mes de julio. Como algunos ya sabréis, suelo veranear en Villanúa y, por lo tanto, el macizo de Collarada es una de las zonas que más he pateado y que mejor conozco. Prácticamente había subido a todas las cimas del macizo que se ven desde Villanúa, y digo prácticamente porque solo me quedaba la Somola Alta, y este verano por fin le tocó su turno.

La peña Somola Alta (2.692 m) es una de las cimas más impactantes y solitarias de toda la zona. Situada en el extremo SW del macizo de Collarada, queda algo lejos de Villanúa (aunque es factible si se tiene tiempo), por lo que Manolo y yo decidimos sacar el permiso de la pista y acortar la ascensión llegando en coche hasta el refugio de la Espata.

Desde allí, hay varios itinerarios de subida, pero todos están poco transitados y, por lo tanto, apenas encontraremos algunos hitos muy dispersos y viene bien tener una idea previa del terreno. En cuanto a las dificultades técnicas, por un lado tendremos una trepada fácil (I+) para alcanzar la cima y, por otro lado, la ruta de descenso tiene miga al estar muy poco transitada la zona y ser bastante accidentada (ausencia de hitos o cualquier marca que nos pueda ayudar): ojito no la vayamos a liar. ¡Vamos a por la Somola Alta, que promete aventura!



Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, tomar la  A-23  hasta Jaca. Desde allí, continuar por la  N-330  hasta Villanúa, donde nos desviaremos hacia la oficina de Turismo para seguir después por la pista de Collarada. Es muy recomendable subir con un coche alto, ya que la pista se encuentra algo deteriorada.
Pista de Collarada: para circular hasta el refugio de la Espata, hay que tener un permiso que se puede tramitar online en la página web Turismo Villanúa (5€ por vehículo).
 

 
Fecha: 15 de Julio del 2021
Itinerario: Refugio de la Espata - Borreguil de Villanúa - Collado Marañán - flanqueo cara W Somola Baja - cueva - Somola Alta (2.692 m) - valle del Borreguil - Borreguil de Villanúa - Refugio de la Espata.
Duración: -sin contar paradas-
  • 00:00 h.- Refugio de la Espata
  • 00:40 h.- Borreguil de Villanúa
  • 00:45 h.- Collado Marañán
  • 01:45 h.- Cueva
  • 02:45 h.- Somola Alta (2.692 m)
  • 04:15 h.- Borreguil de Villanúa
  • 04:45 h.- Refugio de la Espata
*A ritmo normal, unas 5 horas de ruta.
Desnivel: 1.091 mD
Longitud: 11 km en total
Dificultad: Media +. Si bien encontraremos algunas trepadas fáciles (I/I+) en el último tramo de subida a la Somola Alta, la mayor dificultad de la ruta radica en lo solitaria que es y en la ausencia de senda y marcas. Sobre todo ojo con la bajada por el valle del Borreguil, que no es difícil embarcarse.

Track:
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Ruta en Google Earth


Reseña de la ruta:

Llegamos al refugio de la Espata (1.690 m), donde ya hay varios coches aparcados; imagino que todos irían a Collarada porque nosotros no veremos a nadie en toda la mañana. Nos terminamos de preparar y en seguida nos ponemos en marcha.


El refugio de la Espata

Dejamos el refugio a la izquierda para tomar un senderito por el que avanzaremos hacia el collado de Marañán (dirección E), que queda más lejos de lo que parece. A los 10 minutos, dejamos atrás el bosque y salimos a un llanito bajo la punta Espata (1.750 m).

El vallecito que recorreremos hacia el collado Marañán


En el llanito, la senda más marcada se va hacia la derecha (zona del Bacún), pero nosotros continuamos ascendiendo por el vallecito, que ahora se torna más pendiente y más pedregoso. Encontraremos algunos hitos y la senda se volverá a ir marcando poco a poco.



Vamos ganando altura por el vallecito y, sobre la cota 1.880, dejaremos a la derecha una pequeña caseta en estado ruinoso; de hecho, su puerta la hemos visto un centenar de metros más abajo, en el barranco. Es una pena la cantidad de refugios abandonamos que hay en nuestras montañas... 


Paredes de la punta Espata


Tras recorrer el vallecito, nos plantamos bajo el collado Marañán. Se podría subir hacia él directamente, pero algunos hitos y una tímida sendita nos invitan a girar hacia la izquierda (N), en busca de una subida más cómoda.


Vistazo atrás con todo el vallecito recorrido

Así, llegaremos a un pequeño rellano herboso (2.015 m) que da paso a un enorme valle kárstico que se extiende hacia el norte hasta las Somolas (y que será por donde descendamos a la vuelta). A esta zona se la conoce como "el Borreguil de Villanúa".


La Punta Espata

El enorme valle kárstico por donde bajaremos a la vuelta

Pero, para la subida, "improvisaremos" un itinerario alternativo. Primero, nos vamos un poco a la derecha (E) buscando salir a la ladera Sur de la peña Somola Baja (ya por encima del collado Marañán), por donde ascenderemos durante un rato (dirección N).

Nos vamos un poco a la derecha (E) para salir a la pala Sur de la Somola Baja

Y, a continuación, iremos ganando altura en dirección a la Somola Baja (N)

Al otro lado, aparece el valle de Acumuer

Por la citada ladera S de la Somola Baja, ganaremos cerca de 300 metros de desnivel. El terreno es sencillo (casi todo herboso) y no tiene pérdida, por lo que ascendemos rápidamente. Llevamos unos 45-50 minutos de marcha, yendo a un ritmo cómodo.


Tremendas vistas hacia Collarada (izda) y Collaradeta (dcha)


El entorno es imponente y mejora a cada paso. Muchas veces, por fijarnos solo en las cimas principales de una zona (Collarada en este caso), nos dejamos por recorrer parajes mucho más espectaculares.



A mitad de la pala, se ve claramente lo que haremos a continuación: sobre la cota 2.370, abandonaremos la subida hacia la Somola Baja para desviarnos hacia la izquierda (NW) y situarnos encima de un resalte rocoso.



Nos situamos sobre el resalte rocoso

Una vez situados sobre el resalte rocoso (2.370 m), el terreno se torna mucho más salvaje y pedregoso. La Somola Alta, nuestro objetivo, continúa oculta; pero sabemos que para ir hacia ella, ahora tendremos que hacer una media ladera algo incómoda bajo la cara W de la Somola Baja, en dirección a un falso collado visible desde aquí (dirección N).


La media ladera hasta el falso collado

Vistazo atrás, se hace mejor de lo que aparenta

Llegando al falso collado

Para la media ladera, mejor no ganar demasiada altura al principio e intentar aprovechar las senditas creadas por los sarrios. Con más o menos facilidad, terminamos alcanzando el falso collado (2.360 m), que nos da paso a una zona mucho más aplanada situada entre las dos Somolas.

El Borreguil de Villanúa visto desde el falso collado, por allí descenderemos a la vuelta


Unos metros más allá, pasamos junto a una pequeña cueva que puede servir de referencia. Justo en este punto, aparece por fin ante nosotros la peña Somola Alta, nuestro objetivo... ¡qué preciosidad de montaña!. Llevamos 1 hora y 45 minutos.



Edelweiss o flor de nieve

Tras una pequeña parada, encaramos la última parte de la ascensión. Primero, salvaremos un pequeño resalte calizo para, después, dirigirnos a una canal herbosa por la que accederemos a la faja pedregosa que discurre bajo las paredes de la Somola (N-NE). Una vez en la faja, giraremos a la derecha (E) para alcanzar la divisoria con el valle de Acumuer.



¡Pero qué chulada de sitio!

Arco de roca entre la Somola W y la Alta

Fósiles

Pero, vamos paso a paso: tras salvar por donde mejor lo veamos el pequeño resalte calizo, nos vamos a por la canal herbosa. Serán unos 50-60 metros de desnivel bastante tiesos que nos ponen los gemelos al rojo vivo.



La pendiente no está nada mal...


Superada la canal, salimos a la faja pedregosa (2.520 m) que surca las paredes de las Somolas Alta y Occidental. Giramos a la derecha (E) e iremos ganando altura por ella (ahora más suavemente, y aprovechando las zonas herbosas) hacia la arista Sur de la Somola Alta.


Hacia la arista S de la Somola Alta

Rápidamente, alcanzamos la arista (2.595 m), que hace de divisoria con el valle de Acumuer. Al otro lado, nos esperan unas vistas preciosas hacia el ibón de Bucuesa y el valle de Tena, ojo porque la caída hacia Acumuer es de las que impresionan.


El hombro S de la Somola Alta, el Portón y la Somola Baja

Hacia el valle de Tena

Desde aquí, solo queda superar el resalte final que defiende la cima. Así que cogemos aire y, siguiendo con atención los hitos, comenzamos a trepar por la cara S de la montaña. ¡No queda nada!.


Trepadas hasta la cima

Se trata de una sucesión de chimeneas sin mucha dificultad y con bastantes agarres en todo momento (I/I+): serán unos 80 metros de trepadas en total. Lo de siempre: no es difícil, pero hay que andar con ojo de no tirar piedras y de no cometer errores, que la exposición no perdona.

Comenzamos trepando por el centro de la pared


Aunque rápidamente los hitos nos llevan hacia la izquierda

Para remontar una larga chimenea con algo de piedra suelta

Y, después, volver un poco hacia la derecha. Ojo con caerse...

Finalmente, las dificultades cesan y llegamos prácticamente caminando a la aplanada cima de la peña Somola Alta (2.692 m), tras 2 horas y 45 minutos de ascenso. ¡Objetivo conseguido, ya tengo todas las cimas que veo desde casa!. 



Aprovechamos para hacer una parada larga y almorzar mientras disfrutamos de las vistas, y eso que algunas nubecillas nos quitan la visibilidad hacia el sur.

Foto de cima

Hacia el NE: el ibón de Bucuesa y el valle de Tena

Pala de los Rayos

Panticosa

Hacia la Gran Facha y los Infiernos

Balaitús

Arriel y Palas

Peñas de Calcín, embalse de Escarra y el Pacino

Hacia el NW: el macizo de Collarada

Los Cuchillares


Tras 45 minutos de estancia en la cima, comenzamos a descender de vuelta al refugio de la Espata. El primer tramo de bajada lo haremos por el mismo camino que a la ida: así pues, comenzamos destrepando con cuidado el resalte final.


Ya sabemos que estos tramos impresionan más de bajada que a la subida


Y, después, seguimos descendiendo por la faja pedregosa y la canal herbosa. Todavía no hemos visto (ni veremos) a nadie en toda la ruta.


En azul claro el itinerario de subida, y en oscuro el de bajada


Bajando por la canal herbosa

Tras descender la canal herbosa (llevamos 30 min de descenso), decidimos separamos de la ruta de subida para "explorar" una bajada distinta por el "valle kárstico del Borreguil". Aviso: para quien no quiera complicarse la vida, lo más fácil sería bajar por el camino de subida.

No es extraño ver sarrios en estas zonas tan solitarias


Pero nosotros, que buscamos "aventura", giramos ligeramente a la derecha (W-SW) y nos vamos hacia un pequeño vallecito que se insinúa bajo una pared, con un colladete herboso que puede servir de referencia (no lo alcanzaremos).


Entrando en el vallecito, que seguiremos hacia abajo

Tras superar una zona algo incómoda con grandes bloques y algunas simas, terminamos desembocando en el vallecito (2.370 m), de piso herboso y que seguiremos cómodamente hacia abajo (S).


Vistazo atrás: nos despedimos de la Somola Alta

Tras unos minutos, el vallecito desemboca en el valle principal del Borreguil y toma mucha más pendiente, afrontando ahora una potente bajada de más de 100 metros. No bajaremos todo recto ya que unos cortados nos cierran el paso por abajo, así que nos iremos un poco hacia la derecha para salvarlos.


Siguiente tramo de descenso: ahora mismo nos vamos a la derecha para evitar los cortados

Este tramo exige algo de cuidado porque el terreno está suelto y no es difícil que caigan piedras. Una vez esquivados los cortados, continuamos descendiendo sin más dificultades.

Buscando el punto donde los cortados ceden

La pendiente es fuerte y el terreno algo descompuesto

Mirada hacia arriba: por ahí hemos bajado (con cuidado se hace bien)

Así, llegamos al fondo del valle del Borreguil (2.190 m), donde el terreno se vuelve a aplanar. Sin detenernos, seguimos para abajo (S) aprovechando las zonas más fáciles de este enorme karst.


Vistazo atrás: vemos la bajada que acabamos de hacer, y también parte del itinerario de subida (parece que también se podría bajar hacia aquí desde el falso collado).

Nosotros nos iremos un poco hacia la izquierda, pero también se podría seguir recto


Sorpresas a cada paso. Sin duda es una zona algo liosa pero que merece la pena recorrer.

Champiñón gigante

Sarrio, ¡cómo se mueven por estos terrenos!

Erinus alpinus o Siempreniña

Siempreviva de montaña

Sea por donde sea, y tras descender un pequeño tramo de lapiaz, terminamos llegando al rellano herboso del Borreguil de Villanúa (2.015 m), donde nos unimos con el itinerario de subida. Llevamos 4 horas y 15 minutos en total.


De vuelta en el llanito herboso. Marco por donde nos fuimos a la ida y por donde llegamos de bajada

Una simpática marmota

Gamón de montaña

Se terminaron las dificultades: solo queda desandar el camino ya conocido hasta el refugio. Ahora vamos descendiendo por el vallecito bajo el collado Marañán, con el refugio ya a la vista... 



Sedum rupestre o uñas de gato

Dejamos atrás la caseta abandonada y el llanito bajo la punta Espata... ¡últimos metros!, ¡esto ya casi está!. 


Lirio

Cardo de montaña

Dianthus deltoides o Clavelito

Finalmente, llegamos de vuelta al refugio de la Espata (1.690 m) tras 4 horas y 45 minutos de ruta y con el objetivo cumplido. Celebramos el éxito, ¡qué fuerte estás, Manolo!, ¡y qué suerte tengo de compartir tantas rutas contigo!.



En resumen: una ruta con miga, pero con muchos atractivos: vistas, soledad, terreno salvaje, trepadas, ... Muy recomendable cuando todo el Pirineo está "a rebosar" de gente. Eso sí, hay que llevarla bien preparada y no viene mal tener una idea general de la zona.

Espero que os haya gustado. ¡Hasta la próxima!.

Comentarios

  1. Enhorabuena Jorge.

    Ya tienes todas las cimas del sector Collarada. Sin duda, dejar el coche en el refugio de la Espata, es todo un acierto, porque te permite acortar las ascensiones a estos picos, que empezando desde abajo, requieren una buena kilometrada y desnivel.

    Las vistas y paisajes, por los que discurre la ascensión, son impresionantes!, menudos paredones y que estética, esa bajada alternativa por el lapiaz.

    Este verano, por unas causas u otras, no he disfrutado nada de los pirineos, no creo que me de tiempo, pero me apunto está semicircular.

    Salud y montaña.

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  2. Hola Eduardo!

    Muchas gracias! Era una ilusión que tenía desde hace días... lo siguiente será enlazar todas esas cimas desde Villanúa (vaya pateada saldrá).

    Es una ruta muy chula que, en mi opinión, no tiene nada que envidiar a la de Collarada, y además más solitaria.

    Un saludo! Nos vemos por las montañas

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