¡Muy buenas a todos!. Después de muchos meses de confinamientos municipales y provinciales, por fin parece que vamos viendo la luz al final del túnel y, aprovechando que ya nos dejan movernos por toda la comunidad, decidimos quedar un domingo previo a Semana Santa para ir de excursión.
Llevamos varios días hablando en el coche sobre qué destino escoger, y finalmente decidimos ir a visitar la preciosa localidad de Alquézar (incluida en la lista de los pueblos más bonitos de España) y, de paso, hacer la ruta de las pasarelas del río Vero; vamos, un planazo de lo mejorcito de Huesca.
La ruta de las pasarelas es fácil y nos descubre el interior del cañón del río Vero, uno de los más espectaculares del parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Actualmente, es obligatorio reservar o comprar un ticket (4€ por persona) que se puede adquirir en el ayuntamiento u online (click aquí).
Datos de la ruta:
Acceso: desde Zaragoza, primero nos dirigimos a Huesca por la A-23 y, una vez allí, nos desviamos hacia Barbastro y Lérida ( N-240 y A-22 ). Justo tras pasar Angüés y el río Alcanadre, abandonamos la autovía y tomamos la A-1229 (indicaciones de Alquézar) hasta llegar a la localidad de Adahuesca, donde nos desviaremos por la A-1233 y finalmente por la HU-352 , que nos llevará hasta nuestro destino: Alquézar.
Duración: -sin contar paradas-
- 00:00 h.- Alquézar
- 00:20 h.- Cueva de Picamartillo
- 00:35 h.- Central hidroeléctrica
- 00:55 h.- Mirador del Vero
- 01:00 h.- Puente de Fuendebaños
- 01:30 h.- Alquézar
Longitud: 5,5 kilómetros en total.
Dificultad: Muy fácil. Ruta bien señalizada y muy turística. No recomendada para personas con mucho vértigo. Es bastante suave salvo el tramo de subida para regresar a Alquézar, aunque si lo hacemos con calma no habrá problemas.
Track en wikiloc:
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Reseña de la ruta:
Tras un ratito de viaje desde Zaragoza, llegamos a Alquézar (665 m) en mitad de una mañana espectacular. Desde el aparcamiento, la vista hacia el casco urbano es una preciosidad, con la colegiata dominando el pueblo. ¡Qué ganas de empezar!.
¡Precioso! |
Primero, tenemos que callejear un poco hasta llegar al inicio de la ruta de las pasarelas (está indicado). El pueblo es muy coqueto y da gusto pasear por sus estrechas y sinuosas calles; se nota que cuidan cada detalle, por algo Alquézar está en la lista de los pueblos más bonitos de España.
Tras apenas 10 minutos de callejeo, llegamos al inicio de la ruta de las pasarelas del Vero (630 m), situado junto al ayuntamiento. Esperamos a que sea nuestra hora de salida y, tras enseñar los tickets, comenzamos con la ruta.
Rápidamente, el sendero se adentra en el barranco de la Fuente y comienza a perder altura con decisión. En los tramos más abruptos, hay instaladas pasarelas de madera y barandillas que nos permiten bajar cómodamente rumbo al Vero.
La colegiata queda ya muy por encima nuestro |
Los paredones del barranco de la Fuente |
Ya va llegando la primavera y van saliendo las florecillas...
El barranco es estrecho y progresamos prácticamente engullidos por los paredones, que caen en picado más de 100 metros: verticalidad pura. Como dato, comentar que tanto este barranco como el cañón del Vero, están formados por la acción erosiva del agua sobre la piedra caliza.
Las paredes están repletas de oquedades |
Y, tras casi 20 minutos de ruta, alcanzamos el cauce del río Vero (510 m). Aquí finaliza el descenso, tras haber perdido algo más de 100 metros de altitud. El inicio del primer tramo de pasarelas está aquí mismo, pero antes nos desviaremos unos metros para ver la cueva de Picamartillo, que está a un minuto escaso.
Cueva de Picamartillo: un agujero de enormes dimensiones |
Vista la cueva, ahora sí que sí volvemos al desvío y comenzamos el primer tramo de pasarelas sobre el río Vero. Es un tramo cortito y con poca altura que sirve de aperitivo para lo que vendrá después.
Y, a continuación, caminaremos durante unos minutos pegados a la orilla del Vero, que nos muestra sus aguas de color turquesa y en este tramo todavía discurre bastante tranquilo. Un poco más adelante, la cosa cambiará y se mostrará mucho más accidentado.
Y llegamos al segundo tramo de pasarelas. También es cortito y coincide con un salto de agua artificial del azud, que tiene a sus pies una gran poza (aunque hoy no apetece mucho meterse).
El salto de agua y la badina formada bajo él. |
¡Hoy voy super bien acompañado! |
Dejamos atrás las pasarelas y el salto de agua y continuamos siguiendo el curso del Vero por la senda. Rápidamente, llegamos a un curioso paso por debajo de un enorme bloque de piedra, que nos da paso a un nuevo tramo de pasarelas.
Que no le dé por venirse abajo ahora... |
Afrontamos pues el tercer tramo de pasarelas: este tendrá una longitud de unos 100 metros y discurre por un tramo espectacular donde el río se encajona entre los paredones y forma algunas pozas y pequeñas cascadas. Sin duda el que más me gusto de la ruta.
¡Vaya pasada! |
GUARA, con mayúsculas |
Las pasarelas nos dejan junto a la central hidroeléctrica (486 m). Aquí hacemos una pequeña parada, que aunque solo llevamos 35 minutos de ruta, hace bastante más que no echamos nada al cuerpo y ya va siendo hora de almorzar.
Ya con el estómago contento, seguimos con la ruta. Un desvío nos permite o bien regresar ya a Alquézar, o continuar por las pasarelas hacia el mirador del Vero, que será lo que haremos (sinceramente, creo que la otra opción no merece la pena). Así que, tras unos minutos de senda, llegamos al cuarto (y último) tramo de pasarelas.
Este tramo es el más largo (unos 200 metros) y la altura sobre el río es considerable, y corresponde a una ampliación de 2018. Comentar que, además de formar parte del parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara, el Vero es el centro neurálgico del parque cultural del río Vero, conocido por su patrimonio paisajístico y por sus pinturas rupestres.
Llegamos al mirador del Vero (502 m), una plataforma metálica desde donde tenemos unas vistas de lujo hacia el río, con Alquézar y la colegiata en lo alto como telón de fondo. Este punto marca el final de las pasarelas. Llevamos algo menos de 1 hora.
Por allí hemos venido |
Abandonamos el mirador y llegamos a un nuevo desvío: podríamos volver directamente a Alquézar, pero para alargar un poco la ruta, bajaremos primero al puente de Fuendebaños. La bajada es corta (apenas 5 minutos) pero pronunciada.
Y llegamos al puente de Fuendebaños (465 m), que sirvió (y sirve) de unión entre las localidades de Alquézar y Asque. Aprovechamos para hacer otra paradita, hay quien se animó hasta a meter los pies en el río.
Finalmente, nos toca regresar a nuestro punto de partida: Alquézar. Para volver, nos toca afrontar una buena subida por una pista que discurre entre olivos y almendros, y que apenas da descansos. Cada uno a su ritmo: es el tramo más exigente de la ruta.
El cañón del Vero va quedando abajo |
Muretes de piedra y olivos a ambos lados del camino |
Y, tras 30 minutos de subida sin tregua, alcanzamos Alquézar (611 m), cerrando la ruta tras 1 hora y 30 minutos de marcha en total. Nosotros, antes de volver al coche, aún aprovecharemos para callejear un poco y subir a la colegiata: ¡que queda mucho por ver!.
Desde la colegiata de Santa María |
Super contentos con la escapada, toca volver al coche y a Zaragoza, que mañana es día de escuela... ¡Hasta la próxima!
Hola Jorge.
ResponderEliminarEs una circular muy agradable y entretenida, la he realizado varias veces, pero a mí lo de pagar no me termina, así que tardaré en hacerla, aunque por lo menos, veo que han quitado el tema de llevar casco. Por un poquito más, se puede alargar la circular hasta Asque, merece la pena.
Un saludo
Hola Eduardo,
EliminarAún pagando es una ruta que, como dices, hay que conocer si te acercas a la sierra de Guara. Además, Alquézar es un pueblo precioso. La próxima vez volveremos a conocer más a fondo el cañón por la zona de Lecina. Eso sí, deberían reducir un poco el aforo porque se supone que está "regulado" para evitar la masificación y dejan pasar 40 personas cada 15 minutos...
Un saludo