Vuelta a los Mallos de Agüero y cueva Al-Foraz desde Agüero

¡Hola a todos!. Sigo aprovechando este confinamiento para ponerme al día... 

Volvemos un mes atrás, al inicio de Octubre, cuando decidimos hacerle una nueva visita al Prepirineo. Más concretamente queremos conocer los Mallos de Agüero, situados sobre la localidad homónima. Podríamos decir que son los "hermanos pequeños" de los de Riglos, aunque con 100 metros de altura de pared no sé si pequeño es la palabra más adecuada; y también están protegidos bajo la figura de Monumento Natural.

Haremos una ruta sencilla, corta e ideal para hacer toda la familia, consistente en rodear estas impactantes formaciones de conglomerado. Además, para alargar un poco más la excursión, visitaremos la cueva Al-Foraz, que queda muy cerca del camino y merece la pena hacerle una visita.

Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, nos dirigimos a Huesca por la  A-23  y una vez allí, nos desviamos por la  A-132  en dirección a Ayerbe. Pasamos dicha localidad (y compramos tortas ya de paso) y continuamos hacia Murillo de Gállego, pero no lo alcanzaremos ya que, tras cruzar el río Gállego, nos iremos hacia Agüero siguiendo la  Z-534 . Aparcamos en la parte baja del pueblo, cerca del camping.

Fecha: 10 de Octubre de 2020

Itinerario: Agüero - Fuente de los Dos Caños - Fuente de la Tejería - Cueva Al Foraz - Fuente de la Tejería - Collada de Pedro - Agüero.

Duración: -sin contar paradas-

• 00:00 h.- Agüero
• 00:30 h.- Cueva Al-Foraz
• 00:50 h.- Collada de Pedro
• 01:10 h.- Agüero

Desnivel: 206 metros en ascenso y descenso.

Longitud: 3,82 km en total.

Dificultad: Muy fácil. Ruta apta para cualquiera: cortita, bien señalizada y sin dificultades.

Track en wikiloc: 

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Reseña de la ruta:

Aparcamos muy cerquita del camping de Agüero (665 m), situado en la parte baja del pueblo. Comenzamos a caminar desde aquí, siguiendo las indicaciones de la ruta alrededor de los Mallos.

Las señales nos van sacando del pueblo y en el límite de la localidad alcanzamos la fuente de los Dos Caños. Aquí el hormigón da paso a una pista de tierra, que abandonaremos rápidamente tomando el sendero de la vuelta, que sale a la derecha.

El sendero comienza a ganar altura y va dejando atrás el pueblo. Pese a que en Huesca había niebla, aquí el día está perfecto para caminar.

Rápidamente, el sendero alcanza un poste con desvíos, junto al cual tenemos un bonito mirador natural de la cara sur de los Mallos. Dejamos las indicaciones de la vuelta a los Mallos y continuamos en dirección a Villalangua.

Así pues, ahora comenzamos a bordear los Mallos por su cara oeste, sobre el barranco de la Rabosera, avanzando por el valle en dirección norte. Son más pequeños que los de Riglos, ¡pero desde aquí abajo también imponen mucho!.

Se entiende el por qué del nombre de la peña Sola (dcha)

Al otro lado del valle, multitud de buitres vuelan sobre la punta Chopero y la punta Repicón. Este tramo por el valle es muy cómodo: llano y sin pérdida, perfecto para disfrutar del espectáculo.

Más de 100 metros de paredes de conglomerado sobre nuestras cabezas, resultado de la acumulación de sedimentos arrastrados por el río desde los Pirineos, y que luego han sufrido un proceso de erosión que les ha dado el aspecto que contemplamos hoy en día.

Tras unos 20 minutos de ruta, alcanzamos una bifurcación importante (740 m). A la derecha, continuaríamos la vuelta a los Mallos; pero, como queremos visitar la cueva, nos vamos a la izquierda hacia Villalangua.

A los pocos metros desde el desvío, pasamos por la fuente de la Tejería. Imagino que el nombre le vendrá de alguna antigua fábrica de tejas que se ubicaba aquí, al fin y al cabo en esta zona hay bastante arcilla.

Y seguimos hacia la cueva. En el cauce del barranco nos llaman la atención un par de pozas bastante majas, aunque hoy ni loco me metería.

El terreno se vuelve algo más agreste y el valle se va estrechando, dejando el barranco de la Rabosera encajonado entre dos grandes paredes de roca: estamos en la Foz de Pituelo. Atrás quedan los Mallos de Agüero. Seguimos caminando...

Y, unos metros más adelante, alcanzamos la cueva Al-Foraz (746 m): una curiosa oquedad de moderadas dimensiones y poco recorrido situada junto al camino. Hacemos una pequeña parada para investigar un poco y hacer unas fotos. Llevamos 30 minutos.

Vista la cueva, retrocedemos sobre nuestros pasos hasta la bifurcación: ahora continuamos con la ruta alrededor de los Mallos, iniciando la subida más importante del día (no es dura ni mucho menos).

Tras ganar 100 metros de desnivel, llegamos a la collada de Pedro (842 m), situada bajo la cara norte de los Mallos y el punto más alto de la ruta de hoy. Llevamos 50 minutos. Es recomendable subir a Punta Común desde aquí, pero hoy hay batidas de caza y el sonido de los tiros no anima mucho...

Así que, no alargamos más la ruta y ahora terminaremos la vuelta bajando a Agüero por la senda que avanza junto a la cara este de los Mallos, no tiene pérdida.

Mientras bajamos, nos vamos fijando en los escaladores que progresan por las paredes de los Mallos... no me dan mucha envidia, pero algún día probaré eso de la escalada.

Y, finalmente, estamos de vuelta en Agüero, donde sólo nos queda recorrer sus bonitas calles hasta la zona baja del pueblo, donde hemos dejado el coche, cerrando la ruta en 1 hora y 10 minutos.

En resumen: una excursión cortita e ideal para hacerla con la familia al estar exenta de dificultades y recorrer un paraje muy curioso como son los Mallos de Agüero. Podemos completar la jornada con alguna de las visitas que hay a los monumentos del pueblo o con alguna actividad acuática en Murillo.

¡Hasta la próxima!