Valle de Otal desde Bujaruelo

Hay ganas de monte y el cuerpo lo sabe, así que aprovechamos que es puente para acercarnos al Pirineo y a ser posible a algún sitio que no hayamos estado. Elegimos ir a Bujaruelo; así, haremos una rutilla corta hasta el valle de Otal perfecta para una mañana tranquila donde se mezclan el otoño y el invierno. ¡Vamos a ello!



Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, tomamos la autovía Mudéjar  A-23  hasta Sabiñánigo. Justo antes de llegar a dicha localidad nos desviamos por la  N-260  siguiendo indicaciones hacia Fiscal y hacia Ordesa. Cuando llegamos a Fiscal subimos hacia Broto y más tarde hacia Torla por la  A-135 . Pasar Torla y continuar hacia Ordesa, llegamos al puente de los Navarros (barrera de entrada al parque) desviarnos por la pista (en muy buen estado) hasta el refugio de Bujaruelo.


Fecha: 3 de Noviembre de 2018
Itinerario: San Nicolás de Bujaruelo - Valle de Otal - Puente de Oncins - Ruta Ornitológica - Puente románico - San Nicolás de Bujaruelo.
Duración: -sin contar paradas-
  • 00:00 h.- San Nicolás de Bujaruelo
  • 00:20 h.- Desvío al valle de Otal
  • 01:05 h.- Valle de Otal
  • 01:40 h.- Desvío al valle de Otal
  • 01:45 h.- Puente de Oncins
  • 02:10 h.- San Nicolás de Bujaruelo
Desnivel: 315 metros acumulados de subida y los mismos de bajada.
Longitud: 11,36 km.
Dificultad: Muy fácil +. Ruta sin ninguna complicación especial.



Reseña de la ruta:

Arrancamos en San Nicolás de Bujaruelo (1.338 m), situado bajo las murallas del pico Mondarruego y punto de partida de numerosas rutas, además de punto de paso de la GR11. La mañana se presenta -a la sombra- fresca y ventosa, por lo que nos ponemos en marcha rápidamente.



Seguimos la pista que sale por detrás del refugio de Bujaruelo y que va remontando el valle dejando el río Ara a su derecha (margen orográfica izquierda).



Con la llegada del frío y las primeras nieves se observa mucho movimiento del ganado. Aquí me tuve que volver al coche a por otra batería para la cámara, me doy prisa para alcanzar al jefe lo más rápido posible, pero correr con botas no mola jejeje. El tiempo "perdido" está descontado del horario.


Ya con la batería llena aprovecho para fijarme en el bonito contraste que ofrecen las cimas nevadas y los árboles, que aún aguantan los colores del otoño.



Tras 20 minutillos de camino pasamos junto a la fuente de Oncins, que saca un buen chorro de agua fría perfecto para refrescarse en días de calor.



Y unos metros más allá está el desvío al valle de Otal (1.370 m). Lo tomamos y comenzamos a ascender de forma más notable (pero aun así suave) hacia el objetivo de hoy.



Junto al desvío hay un gran prado donde aprovecho para quitarme algo de ropa y beber un poco de agua, ¡que ir y volver corriendo con las botas hasta el coche ha sido una buena forma de calentar el cuerpo!.



La pista va trazando zetas y se puede hacer algo pesada (por monótona), hay algunos senderos que atajan y hacen el recorrido algo más entretenido, eso queda a elección de cada uno.



¡Vaya pedazo de día!



Sobre los 1.550 metros de altitud aparecen los restos de la nevada de esta semana, no han caído demasiados centímetros vendrá bien para hacer base. ¡Cuidado con los resbalones!.


Al ganar altura también se van ampliando las vistas: al norte aparece el siempre impresionante macizo del Vignemale, y hacia el este la zona del puerto de Bujaruelo y el Mondarruego.



Otoño e invierno en la misma foto. Los Gabietos sobresalen ligeramente sobre la punta Escusaneta.


Últimas curvas de la pista antes de llegar... ya nos podemos ir haciendo una idea del panorama que vamos a encontrar en tan solo unos minutos.



Y tras 1 hora y 5 minutos llegamos a la entrada del valle de Otal (1.616 m). Desde este colladete observamos todo el valle, cubierto por una capa de nieve y escoltado por los picos de la sierra de la Tendeñera. El día es fabuloso y mucha gente se ha acercado hasta aquí para disfrutar del puente de Todos los Santos.





Tras echar un bocado nos animamos a continuar por el valle un centenar de metros más. Así pues, cruzamos el río y seguimos por la pista hacia el refugio del fondo del valle.




Tras esta breve incursión se va haciendo hora de regresar, y hasta el desvío lo haremos por el mismo camino. Llegados a ese punto en vez de seguir por la pista hacia el coche nos desvíaremos hacia el puente de Oncins y volveremos siguiendo la ruta ornitológica, que llega hasta Bujaruelo por el otro lado del río Ara.



Dicho lo cual vamos bajando por la pista sin demasiada prisa, que el día sigue estupendo y estoy aprovechando para hacer un montón de fotos.



Un vistazo hacia el rey de la zona: el Vignemale. Por esta vertiente la subida normal discurre por el corredor de la Moskowa, que da acceso al famoso glaciar de Osseau.


Conforme perdemos altura vamos cambiando estampas más invernales por las otoñales.




Tras 1 hora y 40 minutos en total llegamos al desvío al valle de Otal (1.370 m). Si por la mañana hemos venido directamente por la pista desde Bujaruelo, ahora cambiaremos y seguiremos hacia el puente de Oncins.




Serán tan solo unos pocos metros en descenso hasta llegar al puente... pero los suficientes para dejarnos bonitas perspectivas del paisaje.



Tras 5 minutos desde el desvío cruzamos el puente de Oncins (1.360 m). Aquí el río Ara se muestra tranquilo, pero profundo y algo siniestro por el color de sus aguas.



Seguimos unos pocos metros más por la pista y rápidamente tomamos el desvío a San Nicolás de Bujaruelo (coincide con la GR11). ¡Cuántas opciones tiene este valle!, a ver si para verano lo descubro un poco más...




El sendero de vuelta coincide con la ruta ornitológica, por lo que encontramos algunos paneles con información a cerca de las aves de la zona como la perdiz nival, el treparriscos o el gorrión alpino. Vamos atravesando las conocidas como praderas de Laña Larga, junto al río Ara.



Y tras cruzar el barranco de Sandaruelo, un corto tramo de sendero entre bojes nos anuncia que estamos a punto de llegar al punto de inicio y por tanto de finalizar la ruta.



La llegada a San Nicolás de Bujaruelo la hacemos por el famoso puente románico (del siglo XIII), cerrando la ruta de hoy tras 2 horas y 10 minutos en total (1 hora y 5 minutos de ida y 1 hora y 5 minutos de vuelta).




En resumen: una bonita excursión matinal perfecta para quien solo quiera darse una vuelta por este bonito rincón del valle de Broto, mucho menos masificado que su vecino valle de Ordesa.


Espero que os haya gustado...¡hasta la próxima!.

Comentarios

  1. Hola Jorge.

    Este recorrido lo tengo pendiente para hacer con los chicos, al final del valle hay unas cascadas en las que en verano se puede dar un baño. Las vistas son fantásticas, aunque las ascensiones al pico Otal y Tendeñera desde allí, tienen su miga.

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Hola Eduardo! Pues la verdad que es una rutica perfecta para los peques, habrá que ir a probar las alturas de Bujaruelo!
      Un saludo

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