Punta Espata (2.202 m), Bacún Norte (2.191 m) y Bacún Sur (2.114 m), circular desde Villanúa

¡Muy buenas a todos! Una vez más, sigo intentando poner al día el blog... la verdad es que desde hace tiempo no consigo sacar el tiempo suficiente para actualizar este espacio como creo que se merece: antes eran los estudios, otros compromisos y ahora el trabajo. Pero bueno, poco a poco yo creo que este verano lo voy a conseguir.

Os pongo en situación: puente de mayo de este año. Solo me queda terminar prácticas y exponer el TFG, así que, tras meses sin hacer una salida al monte, me subo a Villanúa a pasar unos días. Como no me apetece mucho coger el coche ni madrugar en exceso, aprovecho que estoy solo para repetir una de mis rutas favoritas: subir a la Espata (2.202 m) y los Bacunes (2.191 m). Son dos cimas modestas situadas en el valle del Aragón, más concretamente al sur del macizo de Collarada.

La ruta en cuestión es circular muy completa con inicio y final en el pueblo de Villanúa en la que, además de ascender tres cimas con grandes vistas (la Espata, el Bacún N y el Bacún S), pasaré por la fuente del Paco, la selva de Villanúa y el dolmen de Diezcapanas, rincones muy majos todos ellos. Además, no tiene grandes dificultades técnicas más allá de unos considerables desnivel y longitud.



Datos de la ruta:

Acceso: desde Zaragoza, nos dirigimos a Jaca por la  A-23  y, después, nos adentraremos en el valle del río Aragón por la  N-330 . Tras pasar Castiello, la siguiente localidad es Villanúa: entrar a la localidad por el área de descanso, cruzar el río Aragón y aparcar junto a la iglesia.



Fecha: 30 de Abril de 2022
Itinerario: Villanúa - Fuente del Paco - Barranco Piecerbera - Refugio de la Espata - Collado de Bacún - Punta de la Espata (2.202 m) - Collado de Bacún - Bacún Norte (2.191 m) - Bacún Sur (2.114 m) - cordal de la Selva - Punta de la Selva (1.620 m) - Prados de Diezcapanas - Dolmen de Diezcapanas - Villanúa.
Duración: -sin contar paradas-
  • 00:00 h.- Villanúa
  • 00:50 h.- Fuente del Paco
  • 01:00 h.- Puente bco. Araguás
  • 02:00 h.- Refugio de la Espata
  • 02:45 h.- Collado de Bacún
  • 03:05 h.- Punta de la Espata (2.202 m)
  • 03:25 h.- Collado de Bacún
  • 03:45 h.- Bacún Norte (2.191 m)
  • 04:05 h.- Bacún Sur (2.114 m)
  • 05:05 h.- Punta de la Selva (1.620 m)
  • 05:45 h.- Prados de Diezcapanas
  • 06:15 h.- Villanúa
Desnivel: 1.387 mD acumulados
Longitud: 18,60 km en total
Dificultad: Media. No hay apenas dificultades técnicas, pero sí es una ruta con un desnivel y una longitud a tener en cuenta.

Track:
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Croquis de la ruta


Reseña de la ruta:

No he madrugado demasiado y, además, he hecho una visita a la panadería, por lo que son las 9:30 de esta ventosa mañana cuando aparco en la plaza de la Iglesia de Villanúa (954 m). Me cuelgo la mochila y comienzo a caminar siguiendo las indicaciones hacia la fuente del Paco.



Las señales me llevan rápidamente hasta el inicio de un sendero que deja atrás el núcleo urbano para adentrarse en el bosque (constituido por pinos fundamentalmente) y comenzar a ganar altura mediante lazadas bastante cómodas. Hoy, lo encuentro a tope de flores.



Primula veris

Pinguicula grandiflora

Tras ganar unos 200 metros de desnivel, la pendiente va cediendo. Además, a lo largo de este tramo, vamos confluyendo con el resto de sendas que salen de otros puntos de Villanúa también hacia la fuente del Paco.


Nos vamos juntando con otros senderos que también salen de Villanúa

Villanúa ya queda atrás

El sendero termina transformándose en pista y va avanzando (dir. E) por la parte baja del amplio valle del barranco de Araguás (en los mapas de Bozuelo), a la sombra de los pinos y de los abetos que forman la Selva de Villanúa. 


Los llanos de Iguacel, en el otro lado del barranco

Asoman los Lecherines

Y, tras 50 minutos de marcha, llego a la fuente del Paco (1.220 m), donde aprovecho para rellenar la cantimplora con agua bien fresquita antes de continuar con la ruta, que aún queda mucho. Por cierto, junto a la fuente hay un refugio abierto y limpio, aunque está vacío.


Aclarar que, por estos lares, la palabra "Paco" se refiere a las zonas umbrías del monte, donde casi siempre hay sombra. Se entiende pues el nombre de la fuente teniendo en cuenta que estamos en una ladera N (umbría) cubierta por un espeso bosque.

Curiosa escultura ubicada junto a la fuente

Solo tengo que continuar avanzando cómodamente por la pista (dir. E) para llegar, en apenas 10 minutos más (1 hora en total), a una pequeña explanada que sirve de aparcamiento y que está situada junto a un puente sobre el barranco de Araguás (1.251 m). Aquí, encuentro nuevas señalizaciones hacia mi siguiente objetivo: el refugio de la Espata.



Continúo hacia el refugio de la Espata

Ya por sendero de nuevo y tras una pequeña subida, hay que cruzar el barranco de Piecerbera (1.293 m); aunque el cauce es ancho, no lleva mucho caudal y no suele suponer un problema. Y, justo tras cruzar, la senda comienza una fuerte subida de más de 100 metros que termina justo a la altura de un pequeño claro del bosque (1.395 m).

El inicio del cruce del bco. de Piecerbera



El claro donde cede la pendiente

Pero lo bueno dura poco y, tras atravesar el claro, la pendiente se vuelve a poner dura y me toca otro tramo de apretar los dientes hasta salir a otro pequeño claro (1.521 m), este con los restos de una borda y muretes a los lados. Llevo algo más de 1 hora y 30 minutos.

En este tramo de bosque se cuelan algunas hayas

El segundo claro

Gentiana verna

Después de atravesar el segundo claro, el sendero deja de ascender (incluso hace alguna pequeña bajadita) y recorre un tramo de bosque muy agradable, además de cruzar un par de barrancos que en estas fechas bajan todavía con agua. 



Da igual las veces que pase por aquí: esta zona siempre me flipa


Tan solo un corto pero intenso repecho de unos 50 metros de desnivel me separa del refugio de la Espata (1.691 m), al que llego tras 2 horas de ruta. Desgraciadamente, en la actualidad se encuentra cerrado. A escasos metros hay un abrevadero donde recargar agua (en verano se llena de pan de rana).


Aparece a mi derecha el Bacún N, uno de los objetivos de hoy

El refugio de la Espata

Hago una pequeña parada para beber algo y enseguida continúo. Desde el refugio, giro a la derecha (E) para avanzar en suave ascenso por el vallecito que discurre a los pies de la punta de la Espata (hay senda).

Avanzaré por este vallecito

Primula elatior


Tras apenas 10 minutos, el vallecito se ensancha bajo la punta de la Espata. En este punto, me desviaré a la derecha (S) siguiendo trazas de senda que ascienden por la ladera de la derecha hacia el collado de Bacún (oculto desde aquí).



Empiezan a aparecer los colosos de la zona

La sendita desaparece tras dejarme en un pequeño colladito (1.825 m), pero ahora no hay pérdida, giro hacia mi izquierda (SE) y voy remontando las laderas herbosas que me separan del collado. La pendiente se vuelve a poner exigente: ¡para arriba!.


¡No es moco de pavo este tramo!


Atravieso los primeros neveros del día y supero los últimos metros de desnivel que me separan del collado de Bacún (2.041 m). ¡No ha estado nada mal esta última subida!. Paro a picar algo, el reloj marca 2 horas y 45 minutos de ruta, sin contar paradas.

Últimos metros al collado (izquierda), con el Bacún N a la derecha

Collado Bacún; al otro lado, el valle de Acumuer

Tras una paradita, giro a la izquierda (N) y comienzo a ascender hacia mi primera cima de la jornada: la punta de la Espata. Ahora por terreno algo más pedregoso, voy remontando la ladera S de la montaña siguiendo de trazas de senda que aparecen y desaparecen, aunque la dirección es evidente.

La cara S de La Espata, con mis rutas de subida (azul claro) y bajada (azul oscuro)

Asoman los gigantes: Collarada (izda) y Collaradeta (dcha)

Termino saliendo a la arista y el ambiente se torna mucho más espectacular... la verdad que la caída hacia el otro lado (N) impresiona. Por el lado derecho del filo, recorro fácilmente los últimos metros (tan solo tendré que apoyar las manos). 

En esta imagen se ven Villanúa y el valle que he ido remontando hasta el refugio

Los últimos metros son espectaculares... que no difíciles


De esta forma, tras 3 horas y 5 minutos de marcha desde Villanúa, alcanzo la cima de la punta de la Espata (2.202 m), también denominado en algunos mapas como "pico de la Ralla". Adornada por cinco espadas (espatas) y una representación de la virgen de la Espata, esta cima es un observatorio maravilloso de la parte sur macizo de Collarada.


Hacia el N: el macizo de Collarada justo delante

Collarada y Collaradeta

Somolas Alta y Baja

Aspe y los Lecherines

Bisaurín

Me asomo para ver la arista E y el valle de Acumuer


Tras una corta estancia en la cima, toca volver al collado. Ahora, desciendo unos metros por debajo de la trazada de la subida, evitando la arista: el primer tramo es algo escarpado, pero se baja bien. Lo peor es que hoy encuentro algo de barro y tengo que tener cuidado con no resbalar en las zonas de roca.



Desciendo despacito y, a los 20 minutos (3 horas y 25 minutos en total), llego de vuelta al collado de Bacún (2.041 m). Cojo la mochila, me abrigo algo más y comienzo a ascender (dir. S) hacia el Bacún N. Serán 150 metros de exigente subida por el lomo herboso.

La subida al Bacún N desde el collado


Hay algunas señalizaciones en el centro del lomo

Con más sufrimiento del esperado, termino alcanzando mi segunda cumbre del día: el Bacún Norte (2.191 m) (en algunos mapas aparece erróneamente denominado como "punta de la Espata"). La cima es muy ancha y hoy cubierta de nieve. De nuevo, las vistas hacia Collarada son espectaculares. Llevo 3 horas y 45 minutos.

Hacia el N: Bisaurín, Aspe, Collarada y la Partacua

Preciosa Collarada

Zoom hacia el Bisaurín, el Aspe y los Lecherines

Hacia el S: el cordal y el valle de la Garcipollera

Con el zoom se llega a ver la ermita de Sta. María de Iguácel

El menda en la cima...


Tras un largo parón en la cima con picoteo incluido, toca seguir con la ruta, que además a partir de ahora es todo cuesta abajo. Así pues, me pongo en marcha de nuevo y comienzo a recorrer el cordal (dirección S) hacia el Bacún S.

El cordal hasta el Bacún S



El cordal es enteramente herboso y de desnivel suave, por lo que recorrerlo supone un corto pero placentero paseo por las alturas. Hoy además, tengo la suerte de poder contemplar un joven quebrantahuesos (todavía tiene el plumaje de la cabeza de color negro).


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Y, tras 20 minutos desde el Bacún N (4 horas y 5 minutos en total), alcanzo la cima del Bacún Sur (2.114 m), también conocido como Vértice del Bacún al haber un vértice geodésico en su cima. Desde aquí, las vistas son algo más extensas hacia el resto de sierras exteriores: la Partacua, Tendeñera e incluso Ordesa.

Hacia el N: Collarada y el cordal que acabo de recorrer desde el Bacún N

Hacia el NE: Tendeñera y Ordesa

Hacia el NW: Aspe y Lecherines

El valle del río Aragón, muy abajo

Zoom hacia el viaducto de Cenarbe

Hago la foto de rigor y sigo. Ahora, volveré unos metros sobre mis pasos antes de girar a la izquierda (W) para descender con decisión en busca del cordal que me llevará hasta la punta de la Selva. Se trata simplemente de ir descendiendo por el centro del lomo durante un buen rato.


Vistazo atrás con la bajadita desde el Bacún S

Tras perder más de 100 metros (cota 1.990), el cordal toma forma antes ser engullido por el bosque. Lo dicho, se trata solo de seguir por el centro del lomo: no hay pérdida. En cualquier caso, además de una tímida senda que se irá marcando poco a poco, durante todo el cordal hay hitos delimitadores de los municipios que sirven de referencia (algunos, además, tienen marcas blanqui-verdes).


Vistas hacia los Lecherines antes de entrar en el bosque

Uno de los hitos que pueden servir de referencia, se ven las marcas blanqui-verdes

Siempre por el centro del lomo, voy perdiendo altura: a ratos de forma más pronunciada y a ratos de forma casi imperceptible, incluso con alguna subidita. La Selva de Villanúa se muestra salvaje.

Huellas recientes de ciervo


Tras 1 hora de descenso desde el Bacún S, aparece de repente una pista que viene de Cenarbe. Para continuar hacia Villanúa, la cruzo y sigo de frente para pasar, a los pocos metros, por la inapreciable cima de la punta de la Selva (1.620 m), punto donde muere el cordal. Debido a su escasa prominencia y a la ausencia de señalización, es posible pasarla de largo sin darnos cuenta. Llevo 5 horas y 5 minutos.


Pasando por la cima de la punta de la Selva (1.620 m)

A partir de aquí, el sendero se hace más notable y va descendiendo mediante lazadas aprovechando el trazado de una antigua trocha maderera que abandonará, tras perder más de 100 metros, para continuar bajando a su libre albedrío por una ladera más solana y cubierta por pino y boj (hay hitos y está claro).


Vistas hacia el valle del Aragón


La bajada es rápida y, tras 40 minutos desde la punta de la Selva y 5 horas y 45 minutos en total, llego a los prados de Diezcapanas (1.175 m). Aunque la senda los rodea, yo prefiero cruzarlos por el medio siguiendo la trazada de una pista. Apetece hacer una parada, pero Villanúa ya está cerca.


La borda, situada en el prado superior de Diezcapanas (capana = cabaña en aragonés)

Los Lecherines, presentes durante toda la ruta

Tras cruzar los prados, continúo primero por la pista y más tarde por senda de nuevo (dir. S-SW), siguiendo las indicaciones hacia Villanúa. Pero, a los 10 minutos, me desviaré a ver el dolmen de Diezcapanas (1.137 m), que está tan solo a unos metros y merece la pena (está señalizado).

Vistazo atrás con Collarada de fondo


El dolmen de Diezcapanas... lo que viene a ser un sepulcro del Neolítico

Tras la visita, vuelvo al camino principal y continúo el descenso. Ahora, el sendero hace un giro de casi 180 grados (dir. N) y comienza a perder altura con decisión mientras se interna de nuevo en el bosque. Sobre la cota 1.070, se pasa junto a una fuente de agua bien fresquita.

Erizón (Echinospartum horridum)



Y, tras cruzar las vías del tren (1.040 m), enseguida llego de vuelta a Villanúa (954 m). Para finalizar, tan solo tendré que recorrer un par de calles hasta llegar a la plaza de la iglesia, donde inicié la marcha, cerrando así la circular tras 6 horas y 15 minutos.




Super satisfecho con la actividad, me marcho a descansar (y a estudiar) al apartamento. Para terminar, recalcar que en mi opinión es una circular más que recomendable: permite conocer el corazón de la Selva de Villanúa y tiene unas vistas de escándalo hacia Collarada, la reina del valle.

Espero que os haya gustado. ¡Hasta la próxima!

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